domingo, 23 de febrero de 2025 08:38
Después de una noche de versiones de todo tipo y alarma mundial por el estado “crítico” del papa Francisco, llegó esta mañana un suspiro de alivio. Pasadas las 8 de la mañana locales el Vaticano en una línea dio la información que volvió a dar esperanzas a quienes temían lo peor: “La noche pasó tranquila, el Papa ha descansado”, indicó en su habitual comunicación de la mañana.
El último parte médico sobre la salud del papa Francisco había vuelto a despertar una alarma global por un agravamiento de su cuadro, ocho días después de ingresar al policlínico Gemelli por una bronquitis que derivó en una neumonía bilateral.
Según el parte emitido pasadas las 19 locales (15 en la Argentina), el pronóstico del Pontífice pasó a ser reservado después de haber presentado una crisis respiratoria asmática durante la mañana del sábado. “Las condiciones del Santo Padre siguen siendo críticas, por lo que, como se explicó ayer (viernes), el Papa no está fuera de peligro”, indicó el parte.
“Esta mañana (sábado), el Papa Francisco presentó una crisis respiratoria asmática prolongada, que requirió además la aplicación de alto flujo de oxígeno”, precisaron los médicos en el comunicado. “Los análisis de sangre de este sábado también evidenciaron trombocitopenia, asociada a anemia, que requirió la administración de transfusiones de sangre”, agregaron.
“El Santo Padre sigue atento y pasó el día en su sillón aunque sentía más dolores que ayer (viernes). De momento el pronóstico es reservado”, concluyó el texto.
Fiel reflejo de la inmensa preocupación que generó el agravamiento de las condiciones del Papa, esta mañana el cardenal Baldassare Reina, vicario de Roma, convocó a todos los fieles a una misa en la Basílica de San Juan de Letrán a las 17.30 locales: “elevaremos al Señor nuestra súplica para el Santo Padre, para que lo sostenga con su gracia y lo llene de la fuerza necesaria para atravesar este momento difícil”.
En forma similar se expresó monseñor Rino Fisichella, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelizació que, como ya se había anunciado, reemplazó al Papa en la misa para el Jubileo de los Diáconos que se celebró en la Basílica de San Pedro. En un clima de aprensión, marcado por la ausencia del máximo jefe de la Iglesia católica, Fisichella, que leyó la homilía que había sido preparada para la ocasión por Francisco, aseguró que “Papa Francisco, aunque en una cama de hospital, lo sentimos cerca de nosotros, presente en medio de nosotros”. “Este momento nos obliga a hacer aún más intensa nuestra oración para que el Señor lo asista en el momento de dificultad y de la enfermedad”, añadió.
Fuente: La Nación