jueves, 10 de abril de 2025 02:32
Milagros Vázquez tenía 23 años y era madre de tres niñas pequeñas. La menor de ellas cumplió ayer cuatro años de vida, justo el mismo día en el que su padre Juan Carlos Aguilar se declaró culpable de asesinar a su madre.
El 24 de junio del año pasado, el ahora condenado almorzó con Milagros y las tres hijas de ambos. Luego, le dijo que lo acompañará a buscar leña y ambos se fueron en su moto. Las niñas quedaron junto a un familiar; esa iba a ser la última vez que vieran a Milagros con vida.
Luego de llegar a un descampado alejado del pueblo, Aguilar le reclamó a la víctima porque esta había decidido a terminar la relación.
Cansada de la violencia física y psicológica que sufría viviendo con el acusado, Milagros había decidido decir “basta” sin ni siquiera sospechar que así firmaba su sentencia de muerte.
Previo a una fuerte discusión, Aguilar golpeó y asesinó a la madre de sus tres hijas, dejándolas huérfanas de madre y padre, porque sabía que iba a terminar preso, por lo que intentó quitarse la vida. Pero no lo logró y fue a su hija mayor, de un matrimonio anterior, a la que le confesó el femicidio.
La fiscal Jorgelina Sobh llevó adelante la investigación del caso y, en solo un par de meses, elevó la causa a juicio. Por la pena en abstracto que podría corresponderle a Aguilar, el proceso debía realizarse ante un jurado popular.
El juez de la Cámara Penal N° 1, Mauricio Navarro Foressi, resultó juez director y ayer a la mañana celebró la audiencia en la que homologó el acuerdo entre las partes.
El fiscal de Cámara Alejandro Dalla Lasta, junto con la fiscal Sobh, la querella que representó a la madre de Milagros —a cargo de la abogada Marcela González— y la defensora oficial Florencia González Pinto, quien asistió a Aguilar, acordaron que el proceso fuera abreviado. Para ello, Aguilar aceptó lisa y llanamente su responsabilidad en el crimen de Milagros, reconoció ser el autor y, sentado ante el juez Navarro Foressi, pidió disculpas a sus hijas y a su familia por el femicidio.
Tras el planteo del acuerdo y las consideraciones de las partes, el juez director le preguntó a Aguilar si comprendía el acuerdo que había aceptado su defensa, si era su voluntad el declararse culpable, como también si entendía que la pena era de prisión perpetua.
Respondiendo de forma afirmativa, Aguilar prestó conformidad ante el juez del acuerdo y se procedió a su homologación.
Con la presencia de la mamá de Milagros en la sala, quien cada vez que alguna de las partes la mencionaba lloraba, el juez resolvió declarar culpable a Juan Carlos Aguilar del delito de homicidio, doblemente calificado por la muerte de la pareja, y por femicidio. Además, le impuso la pena de prisión perpetua. Como parte de la sentencia, tal como lo solicitó el fiscal Dalla Lasta, el ahora condenado también deberá realizar talleres de violencia de género en el penal.
Finalizada la audiencia, Aguilar fue nuevamente trasladado por la policía al penal, donde cumplía la prisión preventiva. Familiares de Milagros, quienes se reunieron de forma pacífica en el ingreso a la cámara con remeras con su rostro y el pedido de justicia, se alteraron cuando vieron salir a Aguilar, a quien le gritaron “asesino”, “viejo asesino no te perdono”, mientras era llevado a la patrulla.
Cabe señalar que, antes de que el juez diera a conocer el veredicto, Aguilar expresó su última palabra y les pidió perdón a sus hijas, a su familia y a la mamá de Milagros, quien estaba en la sala, aunque no la miró. Al respecto, consultada por este medio al terminar la audiencia, la mamá no logró hablar por el estado emocional en el que se encontraba. Sin embargo, su abogada respondió: “La familia de Milagros no acepta las disculpas de Aguilar, no las acepta”, enfatizó.