Los argentinos somos unos arduos consumidores de café. En los últimos años, la ciudad de Buenos Aires se llenó de los famosos “cafés de especialidad”, denotando una clara demanda por esta bebida caliente. Datos expuestos en un artículo de Forbes señalan que, en promedio, cada argentino toma 208 tazas de café al año. Generalmente, se toma en el desayuno y un 80% de la gente suele consumirlo en sus casas. De hecho, el café está presente en el 86,5% de los hogares del país.
Camila Payró, nutricionista especializada en hábitos y deporte, aseguró a LA NACION que la recomendación diaria es de aproximadamente 1,5 a 2 tazas de café por día, lo que equivaldría a 250 mililitros. Aunque el límite es de 4 tazas o 500 mililitros, en cuanto este no se exceda, el café puede traer muchos beneficios nutricionales.
Por ejemplo, puede mejorar el rendimiento físico y mental, reducir la fatiga, mejorar el estado de alerta y la concentración, aumentar la energía y también puede funcionar como protector contra algunas enfermedades como la diabetes mellitus y algunos tipos de cáncer —aunque esto último todavía requiere de más estudio y evidencia científica—, según comenta Payró.
Hay que tener en cuenta que los efectos del café cambian en cuanto se le agregan diferentes elementos. Por ejemplo, si se toma con leche y azúcares, la bebida va a aportar más calorías. En el caso de los edulcorantes, no afecta desde el lado de las calorías, pero sí está estudiado que, a largo plazo, un consumo elevado de edulcorantes artificiales podría generar resistencia a la insulina, expresó la nutricionista.
“El consumo sugerido de cafeína va a depender de la sensibilidad individual, la cual se determina por la presencia de una variación genética”, explicó la profesional. Además, hay ciertos casos específicos en los que se advierte sobre su consumo. Por ejemplo, en niños y adolescentes, ya que puede alterar su sistema nervioso; en embarazadas, ya que la cafeína puede pasar a la placenta y actuar sobre el bebé; y en personas con problemas cardíacos, de ansiedad o insomnio.
En general, el límite son cuatro tazas de café al día o 500 mililitros. Una vez que se excede esto, puede traer consecuencias como hipersensibilidad nerviosa, acidez estomacal, reflujo gastroesofágico, nerviosismo, palpitaciones, ansiedad e insomnio. También puede afectar la absorción de nutrientes como el hierro y el calcio.
ChatGPT, la inteligencia artificial de OpenAI, y Gemini, la inteligencia artificial de Google, aseguran que la cantidad diaria de café recomendada para un consumo saludable generalmente se sitúa entre tres y cuatro tazas al día, lo que equivale a aproximadamente 300 a 400 miligramos de cafeína. “Esta recomendación se basa en estudios que sugieren que dicha cantidad puede proporcionar beneficios para la salud sin causar efectos adversos significativos en la mayoría de las personas”, escribieron.
Pero ambas aclararon que esta cifra puede variar según la edad, el estado de salud y la sensibilidad individual a la cafeína. Por ejemplo, las mujeres embarazadas deben limitar su consumo a no más de 200 miligramos diarios debido al riesgo potencial para el desarrollo del feto. Asimismo, personas con problemas cardíacos, ansiedad o trastornos del sueño pueden ser más sensibles a la cafeína y requerir un consumo más limitado.
Al preguntarles sobre los beneficios nutricionales del café, respondieron que el café tiene un alto contenido de antioxidantes como polifenoles y ácidos clorogénicos, que pueden ayudar a reducir la inflamación y proteger las células del daño oxidativo. Además, sugirieron que el café puede mejorar la función cognitiva, la concentración y el estado de ánimo, así como reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer y la diabetes tipo 2.
“Es importante tener en cuenta que estos beneficios pueden variar según la forma en que se consuma. El café solo proporciona todos sus beneficios sin añadir calorías ni grasas, mientras que su consumo con leche puede aportar proteínas y calcio, aunque también grasas dependiendo del tipo de leche utilizada. Endulzar el café con azúcar en exceso, por otro lado, puede contrarrestar sus beneficios y contribuir a problemas metabólicos”, aclaró ChatGPT.
Pero, según las tecnologías, tomar cafeína en exceso puede causar insomnio, ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, temblores y palpitaciones, ya que el sistema nervioso central está sobreestimulado. Con respecto al sistema cardiovascular, se puede elevar temporalmente la presión arterial y la frecuencia cardíaca, y, en personas con predisposición, aumentar el riesgo de problemas cardíacos. Además, la cafeína puede interferir con la absorción de ciertos minerales esenciales como el hierro y el calcio, especialmente si se consume en grandes cantidades junto con las comidas. Por último, su efecto diurético puede aumentar la pérdida de líquidos y electrolitos.
El mate es la bebida más consumida por los argentinos. Y muchos lo toman en el día a la par del café. Ahora, ¿es sano? ¿se pueden combinar? De acuerdo con la nutricionista Payró se pueden consumir ambas sin problema siempre y cuando se respeten los consumos recomendados, especialmente del café que tiene mayor peso científico. “Va a depender de la tolerancia de cada persona”, comentó. En el caso de las mujeres embarazadas, niños y adolescentes, por ejemplo, se sugiere solo consumo de mate de acuerdo con las tolerancias.
Tanto Gemini y ChatGPT aseguraron que ambas contienen cafeína, por lo que es fundamental controlar la cantidad diaria para evitar un exceso que puede generar efectos negativos en la salud como ansiedad, insomnio, irritabilidad o problemas gastrointestinales. “Se recomienda distribuir el consumo de ambas bebidas en diferentes momentos del día en lugar de consumirlas juntas o en intervalos cortos”, escribió Gemini. “Es importante escuchar las señales del cuerpo y ajustar la cantidad según la tolerancia individual”, continuó. Además, se debe prestar atención a la presencia de otras fuentes de cafeína en la dieta, como tés, refrescos o chocolate. En esta línea, ChatGPT resaltó la importancia de mantenerse hidratado con agua.
La ingesta de ambas bebidas puede traer beneficios como un mejor rendimiento cognitivo, mayor energía o aporte de antioxidantes en adultos jóvenes y sanos, de acuerdo con Gemini y ChatGPT. Pero en personas mayores, con condiciones de salud específicas o con hábitos poco saludables, es esencial moderar el consumo. A su vez, personas con rutinas de sueño irregulares o altos niveles de estrés podrían experimentar más efectos adversos por la cafeína. “Adaptar el consumo a las necesidades individuales y consultar con un profesional de la salud es clave para un consumo saludable”, concluyó el modelo de OpenAI.
LA NACION
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