La Asociación de Entes Reguladores Eléctricos (ADERE) emitió un comunicado en el que expresa su profunda preocupación por iniciativas que apuntan a intervenir o suprimir entes reguladores del sector eléctrico. Según la entidad, estas propuestas desconocen principios constitucionales y federales fundamentales, y amenazan con debilitar el control institucional, comprometer la legalidad del servicio público y poner en riesgo la defensa de los derechos de los usuarios.
ADERE destaca que los entes reguladores cumplen una función esencial, especialmente en contextos críticos del sector energético. Su tarea principal es controlar el cumplimiento de los marcos regulatorios, garantizar la eficiencia técnica y económica del servicio, y asegurar que las tarifas representen el costo mínimo compatible con la calidad del suministro eléctrico.
Esta labor se realiza dentro del marco legal establecido por las leyes 15.336 y 24.065, y bajo un sistema eléctrico nacional caracterizado por su desintegración vertical entre generación, transporte y distribución.
La asociación también remarca que la autarquía de estos organismos, sostenida principalmente por aportes específicos de los usuarios, es una condición indispensable para su independencia y eficacia. Esta autonomía permite a los entes ejercer un control riguroso en mercados donde predominan estructuras monopólicas, resguardando así el cumplimiento de las obligaciones contractuales y normativas que regulan el servicio.
Frente al actual escenario de transformación del sector, ADERE enfatiza que resulta imprescindible fortalecer y no debilitar a los entes reguladores. Asegura que su existencia está respaldada por la Constitución Nacional y las provinciales, que exigen organismos con idoneidad técnica, autonomía funcional y responsabilidad jurídica. Finalmente, la entidad reafirma su compromiso de aportar una visión técnica y federal al debate sobre el futuro del sistema eléctrico argentino.