viernes, 16 de mayo de 2025 19:00
Cada 15 de mayo se convierte en un día cargado de emociones para Benjamín Vicuña. Esa fecha, que debería estar marcada por la alegría, le recuerda uno de los amores más profundos y también una de las pérdidas más devastadoras de su vida: el nacimiento de su hija Blanca, que hoy habría cumplido 19 años.
La niña, fruto de su relación con Carolina «Pampita» Ardohain, falleció en 2012 a los seis años, dejando un vacío inmenso que nunca pudo llenarse. Como cada año, el actor chileno eligió homenajearla en redes sociales con una carta que emociona por su belleza poética y por el dolor que atraviesa cada palabra.
Junto a una serie de fotos de Blanca en momentos de felicidad, Benjamín Vicuña compartió un texto en el que rememora su llegada al mundo, su luz, su dulzura y la forma en la que su presencia continúa guiando su camino. «Te vi nacer hace 19 años… naciste entre la lluvia y una cordillera bordada», comienza el mensaje, en el que ya se siente el peso de la nostalgia.
El actor recuerda con ternura cómo su hija iluminó sus días, cómo fue una hermana mayor cariñosa y una niña feliz que vivió intensamente su breve paso por esta vida. «Fuiste la niña más feliz», escribe, destacando su alegría y su capacidad para dejar huellas imborrables en quienes la conocieron.
Benjamín Vicuña habla también del silencio que quedó tras su partida, de cómo aprendió a encontrarla en los gestos de sus otros hijos, en las imágenes que guardan su esencia y en los momentos cotidianos en los que la memoria se activa. Blanca, para él, habita en todos lados y en todas las edades. «Porque tienes 6 y también 19», dice, desafiando al tiempo y al olvido.
En medio de ese duelo que no cesa, el actor encuentra una forma de seguir adelante gracias a los recuerdos y a la convicción de que su hija sigue acompañándolo de alguna manera. «Puedo volar a tu lado sin soltarle la mano a tus hermanos», expresa con una sensibilidad conmovedora.
El posteo rápidamente se llenó de mensajes de cariño, respeto y apoyo. La historia de Blanca y la forma en que su padre la mantiene viva con palabras demuestra que el amor verdadero no se extingue, sino que se transforma. Hoy, más que nunca, Benjamín Vicuña la celebra. Porque Blanca vive, en su corazón y en el de tantos que la recuerdan.
A través de su homenaje, Benjamín Vicuña también invita a reflexionar sobre el duelo, la resiliencia y el amor incondicional que sobrevive incluso a la muerte. En un mundo que muchas veces evita hablar del dolor, él elige recordarla con poesía, con imágenes y con una ternura que conmueve hasta lo más profundo. Blanca, sin dudas, sigue dejando una huella luminosa.