La ocupación de terrenos en la localidad de Santa Rosa, Valle Viejo, continúa y se expande. A cinco días del inicio de la toma, más de 100 lotes cercanos al barrio Los Tabacaleros están ocupados por familias que reclaman un lugar donde vivir. Hasta ahora, no recibieron ningún tipo de ayuda ni visita oficial del municipio ni del Ministerio de Vivienda.
«Estamos completamente abandonados», dijo una mujer que acampa con sus tres hijos en una estructura precaria hecha con plásticos, chapas y ramas. Las condiciones son críticas: no hay baños, agua ni electricidad. La mayoría de las familias está compuesta por mujeres solas con niños pequeños, que sobreviven con fogatas, cocinan en el piso y duermen sobre colchones en el suelo.
«Nos piden requisitos que no tenemos. También tenemos derecho a una casa», reclamó otra ocupante, quien explicó que no puede acceder a planes del IPV por no tener trabajo formal. Organizan ollas populares y se ayudan entre todos con alimentos y leña.
La toma comenzó entre la noche del lunes 26 y la madrugada del martes 27 de mayo. La policía notificó verbalmente que podrían ser desalojados, pero no hubo nuevas medidas. También se presentaron supuestos propietarios, generando momentos de tensión.
Vecinos denuncian que estas tomas se repiten hace años sin respuestas concretas. Mientras tanto, el asentamiento sigue creciendo, y con él, la incertidumbre de decenas de familias que esperan una solución habitacional.