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Domingo Cavallo y la fórmula para una re monetización que impulse la economía argentina

Una economía con una sola moneda y un mercado cambiario libre no necesitaría reservas externas, pero en economías como la argentina, endeudadas en moneda extranjera y sin crédito externo, las reservas son esenciales. Son necesarias para pagar importaciones y servicios de deuda sin demoras, y aumentan si la economía se re monetiza, tanto en moneda local como en dólares.

La re monetización en dólares implica permitir la multiplicación del crédito bancario en esa moneda, mediante intermediación financiera con encaje fraccionario, igual que con los depósitos en pesos.

Para que un sistema bimonetario funcione bien, ambas monedas deben ser convertibles, sin restricciones al movimiento de capitales, ya que las limitaciones afectan el arbitraje entre tasas internas y externas y generan inestabilidad cambiaria.

Cómo la regularización de dólares ocultos puede potenciar la economía y la inversión

En Argentina, muchos residentes mantienen dólares «en el colchón», activos líquidos fuera del sistema bancario y mercado local, como protección ante la inflación. El problema macroeconómico es que esos ahorros no alimentan la intermediación financiera ni financian inversiones productivas, limitando el crecimiento. La clave es que el ahorro interno financie inversiones que amplíen la capacidad productiva.

Este problema parece ser el foco del presidente Milei, quien impulsó la idea de «dolarización» o «competencia de monedas«, buscando que esos dólares ocultos puedan incorporarse al sistema financiero sin infringir la ley, y que los bancos puedan otorgar préstamos en dólares con encaje fraccionario, como con los pesos.

Desde el blanqueo del año pasado, se ha comenzado a regularizar esos dólares ocultos, y la expectativa es que esta tendencia continúe conforme los tenedores sientan que las medidas son sostenibles. La expansión del crédito en dólares dependerá de la reducción de regulaciones restrictivas impuestas tras la eliminación de la convertibilidad.

Esas regulaciones buscan evitar que los depósitos en dólares multipliquen el crédito bancario, pero al impedirlo, el dólar deja de competir con el peso y los depósitos en dólares no financian adecuadamente las inversiones de empresas no exportadoras.

La provisión de liquidez y reservas: pilares para una remonetización efectiva

Re monetizar una economía bimonetaria significa aumentar significativamente el crédito bancario en ambas monedas, algo que exige eliminar las regulaciones restrictivas al crédito en dólares. La intermediación financiera con encaje fraccionario requiere provisión de liquidez para evitar corridas contra depósitos. En pesos, el Banco Central provee liquidez vía emisión monetaria; en dólares, debe contar con reservas líquidas suficientes para proveer esa liquidez.

Los niveles actuales de monetización muestran que la base monetaria, depósitos y préstamos en pesos están en valores similares a los de septiembre de 2019, antes del cepo cambiario. El stock de préstamos al sector privado se recuperó desde abril de 2024 tras eliminarse el déficit fiscal extremo, pero sólo alcanza niveles previos al cepo.

En dólares, depósitos y préstamos bajaron tras la implementación del cepo, pero desde principios de 2024, con el blanqueo, se recuperaron a niveles similares a los de 2019, con depósitos cercanos a 30 mil millones de dólares y préstamos en dólares alrededor de 15 mil millones.

Dos observaciones clave

1. El total de depósitos bancarios en ambas monedas es solo el 17% del PBI, muy inferior al más del 40% en países vecinos y al 60% durante la convertibilidad argentina.

2. Los préstamos en pesos representan el 85% de los depósitos en esa moneda, mientras que los préstamos en dólares son solo la mitad de los depósitos en dólares, reflejando una mayor represión financiera para la intermediación en dólares.

Esto indica que el proceso de re monetización tiene un horizonte prometedor, especialmente en depósitos en dólares y en la transformación de esos depósitos en préstamos para el sector privado.

Las recientes medidas fiscales y regulatorias del ministro de Economía pueden ayudar, pero su impacto será limitado mientras persistan las restricciones cambiarias y la prohibición para que los bancos otorguen crédito en dólares igual que en pesos.

El avance en estas áreas debe ser prudente y simultáneo a la acumulación rápida de reservas propias, indispensables para que el sistema competitivo de monedas funcione y prevenga corridas y crisis cambiarias como las del pasado.

¿La compra de reservas propias ayuda al proceso desinflacionario?

Sí, de manera inequívoca. Una adecuada acumulación de reservas permite consolidar la eliminación de la inflación y promover el crecimiento económico. Con suficientes reservas, bajarán las tasas de interés, desaparecerán expectativas de devaluaciones y se minimizarán riesgos de inestabilidad cambiaria y financiera.

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