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Violencia en el ámbito escolar
El hombre fue acusado por “lesiones leves” y “amenazas”. Admitió su responsabilidad y confesó los hechos.
Lo que tal vez fue una disputa entre compañeros de escuela continuó con un hecho violento, una imputación, una investigación penal, un juicio y una sentencia. En el Juzgado Correccional de Tercera Nominación, un hombre llegó imputado por los delitos de “lesiones leves” y “amenazas simples”. El juez Correccional Javier Herrera lo declaró culpable y lo condenó a la pena de seis meses de prisión en suspenso. Además, el magistrado impuso pautas de conducta.
Según se indicó, el acusado confesó los hechos y admitió su responsabilidad. De acuerdo con la investigación, a finales de noviembre de 2023, en cercanías de una escuela de la Capital, el acusado golpeó con el puño a un compañero de escuela de su hijo. También lo amenazó. “¿Por qué andás diciendo cosas de mi hijo?”, reclamó el hombre al chico y luego le dio una piña en el labio. Por el golpe, el chico necesitó 72 horas de curaciones. Ese mismo día le lanzó amenazas: “Te voy a hacer cagar si seguís hablando de mi hijo. Ya te voy a agarrar en otro momento». Por estos hechos fue imputado por “lesiones leves” y “amenazas simples”. Había trascendido que entre el hijo del acusado y el compañero que fue golpeado aparentemente hubo un conflicto dentro de la escuela. Ante esta situación, el padre intervino con violencia.
Asistido por el abogado del foro local Orlando del Señor Barrientos, el padre decidió confesar. Dada la confesión, el fiscal Correccional Víctor Figueroa mantuvo la acusación y pidió una pena de seis meses de prisión en suspenso. A su turno, la defensa adhirió.
Tras los alegatos, el magistrado declaró culpable al acusado por los delitos que se le habían reprochado. A la vez, impuso pautas de conducta, como someterse al cuidado del Patronato de Liberados, abstenerse de usar estupefacientes o abusar de bebidas alcohólicas y la prohibición absoluta de contacto con el adolescente víctima de manera directa, indirecta, por redes sociales y de acercarse a él y su grupo familiar. También dispuso que debe realizar un tratamiento psicológico conforme necesidad y eficacia a fin de evitar la reiteración de hechos como el sucedido, previa evaluación profesional. Por último, se remitió un oficio al Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia, a fin de que se arbitren los medios para el restablecimiento y goce de los derechos del adolescente víctima, como así también del adolescente hijo del acusado.
Herramientas de diálogo
En 2015, la Legislatura sancionó la Ley Provincial 5402 Exclusión del maltrato y promoción de la cultura de paz en la comunidad educativa y prevención y erradicación de bullying o acoso escolar entre pares. La iniciativa fue impulsada por el actual senador nacional Guillermo Andrada.
En 2022, la entonces ministra de Educación Andrea Centurión presentó el “Protocolo de Actuación ante Situaciones Complejas en las Instituciones Educativas”. “Se ha escuchado a todas las partes. Lo que busca esta ampliación y actualización es dar a los docentes, supervisores y a toda la comunidad educativa una herramienta para que pueda intervenir en situaciones complejas que se presentan en la cotidianidad de la escuela. Este regreso a la presencialidad, en la pospandemia, puso en el tapete situaciones que no teníamos o que veíamos en menor intensidad y hoy nos hacen repensar la escuela y los conflictos para solucionar a través de medios pacíficos. Buscamos que estas herramientas hayan quedado plasmadas acá. Lo primero que tenemos que trabajar en las escuelas es la prevención”, había expresado.
En alerta
El bullying o acoso escolar es un tipo de violencia muy frecuente y sistematizado. Ante estos casos, resulta fundamental que el agresor no encuentre apoyo o complicidad en sus pares. Los compañeros no deben ser espectadores. Es importante que niños, niñas y adolescentes que estén atravesando por una situación de bullying o acoso escolar tengan un espacio de confianza y contención para poder poner en palabras todo lo que les está haciendo mal. Los adultos, padres, madres y docentes no deben naturalizar esta violencia. El bullying o el acoso escolar es una agresión constante y sistematizada.