Camila Seco, la expareja del policía Oscar Ramírez, dejó un sentido mensaje en la red social Facebook luego de la condena que recibió Franco Ávalos por el suceso fatal.
La mujer acompañó el texto con una foto de Ramírez, vistiendo el uniforme del Grupo de Infantería Motorizada de Acción Rápida (GIMAR).
“Que la conciencia no los deje vivir tranquilos nunca. De la justicia divina del cielo no se va a salvar nadie. Dios va a hacer su propia justicia. Dejo todo para Dios, solo él sabe todo el daño que hizo (Ávalos). Que te haga pagar con lágrimas de sangre. Descansa en paz, Oscar”, escribió.
El último viernes, el policía Ávalos fue condenado a la pena de cuatro años de prisión efectiva por el “homicidio culposo” de su compañero y colega Ramírez, ocurrido el 2 de junio de 2023 en el edificio del GIMAR.
Ávalos había sido declarado culpable por un jurado popular en un juicio por jurados y, luego, el juez director del proceso, Fernando Esteban, definió el monto de la pena que debe cumplir el hombre.
Además, a Ávalos se le impuso la «inhabilitación absoluta para integrar las fuerzas armadas de seguridad pública o privada, sean nacionales, provinciales o municipales, portar armas de fuego cualquiera sea su tipo y el ejercicio de tareas docentes o de instrucción vinculadas al uso, manejo, enseñanza de armas de fuego o técnicas de seguridad por el término de 8 años».
«Dios va a hacer su propia justicia. Que te haga pagar con lágrimas de sangre».
Ávalos lleva dos años detenido con prisión preventiva en el Servicio Penitenciario Provincial (SPP) de Miraflores, Capayán, que deberán computarse al momento de la ejecución de la pena que le impuso el juez.
Según fuentes judiciales, en unas semanas podría estar en condiciones de solicitar la excarcelación por cumplimiento del mínimo de la condena.
Conocida la resolución del juez Esteban, el fiscal Alejandro Dalla Lasta explicó que para el Ministerio Público Fiscal (MPF) «hay conductas que están rayando con el dolo y que, por esa sola situación debía ser castigado con la pena máxima».
También advirtió que Ávalos «ha sido entrenado en el manejo de armas y es especialista en seguridad, que debía proteger a la sociedad. Que en un ámbito laboral, de broma, realice este hecho, es injustificable máxime cuando la víctima no hizo nada, estaba tranquila disfrutando de un momento porque habían terminado la jornada que habían tenido».
Confesión
Ávalos siempre reconoció ser el autor del disparo que terminó con la vida de Ramírez. En su declaración como imputado, dio detalles de cómo sucedió el hecho.
“(…) Recuerdo que ‘Jerry’ (por Ramírez) se encontraba a mi derecha en el umbral de la puerta de ingreso a la oficina y, yo, parado en frente del escritorio en donde se encontraba la escopeta. En ese momento, tomé la escopeta y le amagué un culatazo (…)”, relató.
En otro pasaje, Ávalos resaltó: “(…) Yo, encontrándome parado frente al escritorio, plenamente seguro de que el arma estaba descargada y a modo de broma, la chimacié y efectué el disparo. En ese momento, sentí el estruendo de la escopeta y quedé en shock”.
Luego, el policía remarcó que tras esa situación lo único que hizo fue “dejar la escopeta en la mesa”.
En los segundos posteriores al disparo, un compañero se acercó a él, lo abrazó y le pidió que se calmara. “Yo decía: ‘Por qué dejaron la escopeta con cartuchos’”, añadió. El acusado se refirió a la relación que tenía con Ramírez e hizo énfasis en que eran “muy amigos”. “Nosotros teníamos muy buena relación, nos hicimos muy amigos. Salíamos a comer, nos cortábamos el pelo, íbamos a comprar ropa juntos. No teníamos ningún tipo de problemas”, resaltó.
Por otra parte, dijo que nunca se imaginó que el arma estaba cargada.
“Confié ciegamente que mis compañeros habían descargado el arma, como era habitualmente. Nunca supe por qué no la habían descargado. Nunca me representé este resultado ni que podía pasar lo que pasó. Todo fue muy rápido entre el momento que chimacié y disparé. Fue una cuestión de un segundo. Yo me encuentro muy mal por lo sucedido”, señaló.
Durante el juicio, el hombre insistió con que efectuó el disparo, que no tuvo intención de hacerlo y que el arma estaba cargada.