martes, 10 de junio de 2025 01:50
En el marco de un nuevo aniversario de los fusilamientos de José León Suarez, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó ayer un acto en la sede del Partido Justicialista, mientras la Corte Suprema decide sobre la condena por corrupción que enfrenta en la causa Vialidad. “Anunciamos la candidatura y se desataron los demonios”, afirmó sobre la reacción de lo que denominó como los “grupos hegemónicos económicos” que pretenden frenar la organización opositora. Sin embargo, resaltó que mientras sigan libres aquellos que endeudaron al país, estar presa “es un certificado de dignidad”.
Ante los rumores que señalan la inminente detención de CFK, el peronismo se mantiene en estado de “alerta” en todo el país, y en Catamarca se convocó a la dirigencia y militancia para hoy a las 10 en la sede de Avenida Güemes.
La expresidenta habló ayer en la sede del PJ, acompañada de la militancia y de referentes del partido, entre ellos, el gobernador bonaerense Axel Kicillof. Allí hizo un recorrido histórico sobre la “grieta”, la cual consideró como preexistente al peronismo y al kirchnerismo, pese a que, según dijo, muchos se lo endilgan al gobierno de Néstor Kirchner.
En ese sentido, habló de la reacción de los grupos concentrados contra el peronismo y citó los fusilamientos de la Revolución Libertadora, los bombardeos de 1955 en la Plaza de Mayo. Incluso rememoró el encarcelamiento de Hipólito Yrigoyen junto a su abogado. “Espero que a mi abogado no lo encarcelen”, dijo a modo de broma.
Duras críticas
“Bastó que anunciara una candidatura para que se desataran los demonios, porque este modelo tiene fecha de vencimiento, se agota, es una copia del de Martínez de Hoz, de los noventa, que se sostiene con dólar barato”, y aseguró que lo que están preparando es “cómo desarticular la organización, que se va a producir” porque la gente “se va a terminar organizando en defensa propia”.
“Los sectores hegemónicos no van a permitir distraerse como en el 2017”, dijo sobre el reamado del PJ que en aquel entonces terminó con la candidatura de unidad con Alberto Fernández. “No nos van a dejar seguir porque tienen miedo. Descreen que puedan organizar algo enfrente nuestro. Esto que está ahora, este gobierno cachivache”, añadió. “Cuando esto finalmente fracase, esperan que no haya nada”, continuó en referencia a las pretensiones de los grupos hegemónicos.
“Posiblemente algunos crean que pueden derrotarnos. Mientras caminen por la calle, libres de polvo y paja los que hicieron mega canje, endeudaron dos veces al país con el FMI y los siguen endeudando, los de las autopistas y los Parques Eólicos, siguen en libertad, créanme que estar presa es un certificado de dignidad”, prosiguió en referencia a Federico Sturzenegger, Mauricio Macri, Javier Milei y Luis Caputo, entre otros.
El futuro
Respecto al futuro del partido en caso de ser encarcelada, planteo a los dirigentes del PJ que se pongan al hombro la unidad. “No importa el nombre, importa la unidad”, resaltó. Entre los presentes se encontraba el gobernador Kicillof.
En una referencia a la historia y al aniversario por la masacre de José León Suárez, la expresidenta se consideró como “una fusilada que vive” debido al silenciamiento al que, según afirmó, es un intento de sometimiento por parte del Partido Judicial.
Sobre el cierre del homenaje, salió a la puerta de la sede principal del Partido Justicialista para hablarle a la militancia. “Es una emoción muy fuerte. Recién estuve abrazando a la nieta y al bisnieto del general José Valle, fusilado en 1956. El próximo jueves van a ser 69 años que fusilaron a un general argentino por ser peronista”, recordó.
“Aflojen con decir que desde que llegaron los kirchnerista hay una grieta. La grieta la generaron los gorilas”, continuó y planteó: “Es hora de que nos sentemos en serio a discutir qué pasó en la Argentina. Hubo un país industrial, de trabajadores, de la que yo soy hija de un colectivero que llegó a Presidenta de la Nación”.
Cristina planteó “discutir entre todos los argentinos en serio hacia donde vamos” porque ninguno “puede decir mirándome a los ojos, sin bajar la vista, que es posible crecer en un país que todos los días se endeuda más y más, sin que los argentinos veamos un solo peso”.
Luego puso en duda el orden macroeconómico. “Nos dicen que hay superávit fiscal. ¿De dónde? No se reparan las rutas, no se financian hospitales, no se construyen más viviendas, no se financia la educación. ¿Cómo no va a tener plata? Si no pagas la luz, el gas, a tu empleada, seguramente vas a tener superávit. Los argentinos tienen que saber que les están mintiendo. Los interese se multiplican y no los pagan, los mandan a la cuenta capital”, añadió la exmandataria ante la ovación de los presentes.