jueves, 12 de junio de 2025 15:00
La Justicia ha emitido un fallo contundente en contra de Carlos “La Mona” Jiménez, condenándolo a abonar una suma millonaria. Esta resolución surge tras años de litigio por parte de Natalia Jiménez Rufino, quien finalmente ha logrado que se reconozca oficialmente su parentesco con el afamado cantante. El dictamen judicial es un paso significativo en su batalla legal.
Según lo establecido en la sentencia, el reconocido artista deberá desembolsar $92.213.040 en concepto de «daño moral y patrimonial». Esta compensación económica se impone luego de que se acreditara su negación a reconocer la existencia de su hija, pese a estar al tanto de la misma. Es un monto considerable que busca resarcir los perjuicios ocasionados.
El fallo especifica la distribución de la cifra total: $40.314.000 corresponden a «daño moral» y $51.899.040 a «pérdida de chance pasada», sumando a ello los intereses correspondientes. El dictamen judicial, leído públicamente, subraya que «El padre se negó sistemáticamente a conocerla a pesar de que sabía del embarazo de su madre», lo que fundamenta la magnitud de la indemnización.
Aunque esta sentencia es apelable, los representantes legales de Natalia Jiménez Rufino expresan que revertir el fallo será un desafío considerable. De confirmarse la resolución, la mujer no solo percibirá la indemnización, sino que también adquiriría la condición de heredera legal del músico, lo que modificaría su estatus patrimonial y sucesorio.
La historia de Natalia se remonta a su infancia. Ella misma relató cómo se enteró de su verdadero origen biológico: «Mi abuela me lo contó cuando tenía ocho años». Si bien se conoció que el cantante cordobés le asistió con el pago de algunas cuotas escolares en su niñez, enfatiza que «nunca la reconoció legalmente ni estableció vínculo alguno» con ella.
La formalización de esta contienda judicial se dio en 2015, año en que la joven se sometió a un estudio de ADN que arrojó un resultado positivo. Tras la confirmación científica, intentó un acercamiento con su progenitor, pero se encontró con una propuesta inaceptable: «Me ofrecieron reconocerme si renunciaba a todos mis derechos. Cuando pregunté cuáles eran, me dijeron ‘la plata, bol…’».
Las situaciones de discriminación no cesaron con el tiempo. En diciembre de 2021, la mujer denunció nuevos episodios, revelando: «Fui con mi entrada a uno de sus shows y me dijeron que no podía entrar». Estos incidentes se suman a un historial de rechazo que ha culminado en la actual resolución judicial.
La trascendencia de este fallo va más allá de lo económico. Representa un reconocimiento legal largamente buscado, que, de mantenerse firme, no solo brindará una compensación monetaria, sino que también establecerá un vínculo legal y sucesorio fundamental para la identidad y derechos de la demandante. La batalla legal subraya la importancia del reconocimiento filial en la justicia.