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La Justicia en la picota || La banda de los usurpadores
Del Campo dijo que su expareja por “despecho” tenía “encuentros sentimentales” con el fiscal Hugo Costilla.
Mario Rodrigo Del Campo rompió el silencio. El supuesto líder de la banda de los usurpadores declaró ayer como imputado. Lo hizo por escrito, pero aun así arribó a las oficinas judiciales para estar presente en la audiencia. En su declaración, entre otras cosas, Del Campo aseguró que la causa es un asunto de “polleras”. También señaló que el fiscal de Instrucción Nº 5, Hugo Costilla, quien está realizando la investigación, mantuvo una relación sentimental con la mujer con quien él, Del Campo, estaba en pareja.
“Esta causa no es más que una cuestión de ‘pollera’s. Al fiscal no solo le bastó con mantener una relación sentimental con quien era mi mujer, de hacer detener ilegalmente a mi hija en otra provincia, sino que además quiere hundirme inventando esta supuesta banda que nunca existió, uniéndose con ella (por su expareja) para eso. Se deben peritar todos los teléfonos celulares de Costilla, donde van a figurar las llamadas y mensajes que intercambiaba con (su expareja), quien por despecho al haber confirmado mi relación con (Rocío) Grisel Gordillo, tenía encuentros sentimentales con el fiscal y procedió a denunciar irregularidades de mi empresa que ella conocía a la perfección porque era ella misma quien las había realizado”, manifestó Del Campo.
El principal apuntado por la pesquisa, insistió en que Costilla y su expareja “tienen una relación sentimental” y “eso también explica esta causa. Por eso Costilla nunca dejó que las audiencias de control y de prisión preventiva sean públicas para que la prensa y la gente no se enteren de la verdad”. Según Del Campo, cuando su expareja se enteró que él estaba en una relación con Gordillo, “además de denunciar lo que ella misma había hecho dentro de mi empresa, también por despecho mantuvo un vínculo sentimental con el fiscal Costilla, y esto no solo lo sé porque ella misma me lo contó durante una discusión que mantuvimos, sino también porque vi en su teléfono su registro de llamadas, en el cual figuraba que habían ingresado llamadas de Costilla hacia la que era mi mujer, las cuales eran realizadas a altas horas de la noche, de madrugada para ser exacto. Nunca en mi vida conocí un fiscal que se ‘preocupara’ tanto por una denunciante al punto de llamarla a altas horas de la noche para ‘salir a pasear’ o ‘tomar algo’ a las 3 de la mañana como lo hacía Costilla con mi expareja”.
En la ocasión, Del Campo solicitó que se libren oficios a las compañías telefónicas correspondientes “a fines de determinar el intercambio de llamadas y mensajes entre los teléfonos celulares de Costilla y los de mi expareja, tanto el personal como el corporativo de él. Ahora necesito que se entienda por qué mi exmujer no está sentada junto a mí en el banquillo de los acusados si supuestamente yo tengo o encabezo una asociación ilícita y ella era mi mano derecha. No está sentada aquí porque compartía no solo una denuncia con el fiscal, sino que era su pareja. Ella por despecho empezó a denunciar las ejecuciones en las que supuestamente figuraban firmas apócrifas de ella misma, y ellas las conocía porque era la encargada de diligenciar las ejecuciones”.
El acusado consideró que “todo este disparate de causa tuvo su génesis en una cuestión de celos que aprovechó Costilla, fue allá por el 2021 o 2022, al sumarse Gordillo a mi empresa”.
Del Campo está preso con prisión preventiva en el Servicio Penitenciario Provincial (SPP) de Miraflores, Capayán. Su defensa apeló el encarcelamiento preventivo. Con esto, buscará la liberación del imputado en la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Exhortos.n