domingo, 22 de junio de 2025 00:54
En conmemoración al Día de la Ancianidad, que se celebra los días 21 de junio, ya que en 1982 la Organización de la Naciones Unidas (ONU) celebró la primera Asamblea Internacional dedicada al envejecimiento.
En este día se piensa en todos los abuelos, aquellos que nos acompañan y nos dan su amor incondicional. Es un día para homenajear con respeto y cariño a todos los ancianos, a quienes son capaces de regalarnos un tesoro que pocos tienen: experiencia y sabiduría.
Desde el servicio pastoral “Acompañando abuelitos” de la Pastoral de la Niñez, quieren poner en relieve que el lugar natural de nuestros queridos ancianos es su familia, donde, por una parte, tienen mucho que aportar y, por otra, deben ser acogidos, cuidados, respetados.
Y agrega: “¡Debemos promover una conversión por parte de las familias para que las personas mayores nunca sean abandonadas!”. “El querido Papa Francisco subrayaba el valor y la importancia de los ancianos al decir que las narraciones de los ancianos hacen mucho bien a los niños y jóvenes, ya que los conectan con la historia vivida tanto de la familia como del barrio y del país. Una familia que no respeta y atiende a sus abuelos, que son su memoria viva, es una familia desintegrada; pero una familia que recuerda es una familia con porvenir”. (Amoris laetitia, n. 193).
En este mismo sentido es muy significativo que el papa Francisco, al instituir una jornada para las personas ancianas, haya querido resaltar la dimensión familiar al denominarla Jornada de los Abuelos y las Personas Mayores.
En este Año Jubilar 2025, el próximo domingo 27 de julio se celebrará la V Jornada Mundial de los abuelos y de las personas mayores bajo el lema: “¡Feliz el que no ve desvanecerse su esperanza!” (cf. Eclo 14,2). Estas palabras, tomadas del libro del Eclesiástico, expresan la bienaventuranza de los ancianos y señalan la esperanza puesta en el Señor como camino hacia una vejez cristiana y reconciliada.