miércoles, 25 de junio de 2025 15:00
Roxy Vázquez regresó a TN después de dos semanas para abordar el «difícil momento personal» que está atravesando debido a «la muerte de sus padres». La conductora de «Nuestra Tarde» (TN) abrió el programa explicando su ausencia.
«Durante estos días no estuve viniendo y me preguntaron qué me pasaba», introdujo. La profesional agradeció el reconocimiento y sintió «que tengo la obligación de contar por qué no estuve». Refirió que «Todos imaginamos que estamos preparados para perder a nuestros padres, porque es la ley de la vida, pero cuando eso llega es difícil».
El impacto inicial fue por la partida de su progenitor. «Se fue de un día para el otro. El domingo 8 de junio perdí a mi papá a las ocho de la mañana, de manera sorpresiva», reveló. Este fallecimiento fue inesperado, ya que el hombre no padecía ninguna enfermedad.
Una semana después de esa primera tragedia, el dolor se duplicó. «Y una semana después se murió mi mamá, que estaba atravesando un cáncer, una metástasis muy complicada», agregó angustiada. La familia había estado «con mis hermanos hace seis meses tratando de sobrellevar la situación de la mejor manera, acompañándola». La presentadora describió la enfermedad como «espantosa» y «una agonía horrible cuando un cuerpo ya no es el que conocés».
Con la voz quebrada, la comunicadora manifestó su estado anímico: «Estoy destrozada, tengo el corazón roto. Estoy muy triste y angustiada. Tal vez es uno de los peores momentos de mi vida». A pesar de su profundo sufrimiento, eligió volver a trabajar porque considera que «es la mejor manera de homenajear a mis viejos».
A modo de homenaje, recordó cómo «Si yo faltaba al noticiero, el primer mensaje que tenía era el de mi vieja o el de mi viejo diciéndome ‘qué te pasó, por qué no vas a trabajar'». Agradecida por el cariño de sus compañeros y el público, afirmó: «No soy la misma, por supuesto, pero acá estoy».
Reconoció que necesitará su propio tiempo para procesar la pérdida: «Voy a duelar con mis tiempos. Es un golpazo y estoy muy triste». Insistió en que estar allí es su «obligación» y una forma de honrar a sus «dos enormes» progenitores, quienes le inculcaron «ser buena gente y la cultura del laburo, siempre».
Para finalizar, la periodista compartió la conversación con sus jefes, quienes le ofrecieron tomarse tiempo. Sin embargo, ella comprendió que «en un mes no voy a estar bien». Con resignación, concluyó: «Este es un dolor con el que voy a tener que convivir a partir de ahora, esa ausencia, como todos los que han perdido a un ser querido».