jueves, 17 de julio de 2025 12:00
La atmósfera mediática vuelve a agitarse alrededor de Yanina Latorre, quien se encuentra en el epicentro de las tendencias debido a una explosiva acusación de Fernanda Iglesias. La ex angelita ha vuelto a poner bajo el microscopio la relación de la famosa panelista y su marido.
Según la información que ha trascendido, la ex compañera de panel jura que el esposo de la mediática habría mantenido un «romance furtivo» en una habitación de hotel con una mujer de cincuenta y seis años. Esta supuesta aventura se habría gestado tras un reencuentro reciente, luego de haberse conocido en un viaje de egresados en la década del ochenta.
Ante esta nueva embestida, la angelita no dudó en tomar las riendas y ofrecer un contundente descargo. «Es incomprobable, pero no me interesa. A mi no me pega mal», sentenció en un programa televisivo, al tiempo que dejó entrever la existencia de un «acuerdo de pareja secreto».
Con una perspicacia notable, la célebre panelista expresó: «¿Es catadora de familias? Cada uno se entiende con el marido como puede, chicos después de treinta años de casados…la vida es una familia hermosa, un compañero, yo hago, vos haces». Aclaró que «No estoy hablando de pareja abierta, cada uno vive como puede. Para mi es más importante el compañerismo, el viaje, la charla».
Cuando un colega indagó sobre su sentir respecto a su marido, la periodista fue categórica: «Nada, cero. Me da lástima la gente que necesita bardearme, primero que no saben si soy cornuda o no, porque no saben como es nuestro acuerdo». Además, desestimó cualquier interés económico, afirmando: «Gano mucha guita, no necesito que nadie me mantenga».
La panelista profundizó en su visión del matrimonio, describiéndolo como una convivencia basada en el disfrute mutuo y la independencia. «Vivo con él porque la pasamos bien juntos, tenemos cada uno sus espacios, no me gustan las relaciones simbióticas, él no me controla, yo no lo controlo». Asegura que siempre fueron «muy independiente», sin vínculos tóxicos ni celos.
Con sorprendente franqueza, añadió: «Ni siquiera tengo una pareja abierta, entiendo que puede haber deslices, no te gusta siempre lo mismo, son muchos años…». Para la conductora, «No me interesa un polvo, le pasa a todo el mundo. Esto pasa mucho mas de lo que creemos».
De esta manera, la figura televisiva reafirma su postura sobre la infidelidad dentro del matrimonio, revelando un acuerdo que se sostiene en la libertad individual y en una inusual comprensión de los «deslices», priorizando el compañerismo y la longevidad de su unión.