viernes, 18 de julio de 2025 19:30
La imagen, a simple vista, parece inocente. Una mano sostiene una pequeña botella negra con la cara de Mickey Mouse. Detrás, un Fiat Palio rojo, visiblemente golpeado por el paso del tiempo… y por el horror.
Pero esa escena es mucho más que eso. Es el doloroso registro del momento en que Marcos Gómez, el papá de Kim, la nena de 7 años asesinada durante un violento robo en La Plata, fue a retirar por primera vez el auto en el que su hija pasó los últimos instantes de su vida.
Este viernes, Gómez se animó a abrir el vehículo por primera vez desde la tragedia. Lo miró por dentro… y se quebró. Luego, compartió su dolor a través de un emotivo posteo en Instagram.
“Hoy me animé a retirar ese auto que tanto me costó en su momento y hoy ya no me importa”, escribió. “Ese auto rojo que se suponía iba a darles comodidad y seguridad para no andar en la calle caminando o viajando en colectivo para llegar al colegio».
El Fiat, que alguna vez representó un esfuerzo y un proyecto de vida familiar, hoy es símbolo del vacío y de la violencia que sacudió a toda una comunidad. A través de su mensaje, Marcos no sólo compartió su duelo personal, sino también la crudeza de una realidad que afecta a miles de familias argentinas: la inseguridad.
Kim tenía apenas 7 años cuando fue víctima de un asalto brutal que terminó con su vida. Su historia conmovió al país entero y reabrió el debate sobre la protección de los más vulnerables.
El auto, ese que una vez prometió seguridad, hoy vuelve a su dueño cargado de recuerdos imborrables. Y, en el silencio de esa imagen, una botella con la cara de Mickey y un coche detenido en el tiempo, late el grito de una ausencia imposible de reparar.