sábado, 19 de julio de 2025 01:07
El intendente de la Capital, Gustavo Saadi, inauguró importantes obras en el barrio que a partir de ahora será conocido como barrio Balcón del Poncho. Este nombre, elegido por los vecinos para reflejar la esencia del lugar y su profunda conexión con la identidad de la fiesta catamarqueña y las raíces culturales de sus familias.
Las obras ejecutadas, que benefician a más de 250 familias, incluyen la instalación de luminarias LED, pavimentación, cordón cuneta, cartelería de nomenclatura y sentido de circulación, red de agua potable y red de cloacas en 14 cuadras, adyacentes al Predio Ferial donde se lleva adelante la festividad de invierno más grande del país. Además, de que estas mejoras transforman el espacio y elevan la calidad de vida de los habitantes del barrio, también dejarán grandes beneficios para los demás vecinos y turistas que circulen por las calles que rodean a la Fiesta del Poncho.
En un emotivo acto, Fabiana Arias, en representación de los vecinos compartió la profunda alegría y el significado de esta transformación: “Hoy me toca el honor y el inmenso placer de decir unas palabras en nombre de quienes habitamos este barrio y lo sentimos parte de nuestra historia, de nuestra identidad y de nuestros sueños”.
El intendente Gustavo Saadi, expresó: “Tengo alegría, pero fundamentalmente alivio. Alivio de poder haber cumplido con la palabra empeñada con los vecinos y vecinas de este barrio”, manifestó el intendente Saadi, recordando su visita previa. “Yo me acuerdo perfectamente, fue en esa esquina que vinimos, escuchamos, había muchísimos reclamos, pero aquí lo que reclamaban era básicamente servicios. O sea, es lo mínimo e indispensable que tiene que tener un barrio: el servicio de agua, de cloaca, tener iluminación, tener cordones cuneta, tener asfalto”.
El jefe comunal relató los desafíos técnicos y financieros que implicaron las obras, mencionando que “había ingenieros que me decían, es imposible por la montaña hacer la obra de agua y cloaca”. Sin embargo, con el trabajo del arquitecto Javier Varela y otros ingenieros, se encontró la solución. La financiación fue otro obstáculo: “postulamos en la Nación, presentamos todos los proyectos, nos aprobaron. Y cuando tenían que mandarnos los fondos, ya no nos mandaban los fondos, no sé si se acuerdan. Y nos agarraba una desilusión, porque había un compromiso. Entonces pusimos los fondos municipales, propios, y así pudimos cumplir”.