Poco a poco, María Belén Ludueña va demostrando que es una mujer de carácter. Al principio le costó, incluso flaqueó y llegó a lagrimear en cámara después de tener un par de discusiones con sus compañeras de Canal 13, pero parece haber superado esos momentos de dudas y de incertidumbres y ahora cuando tiene que poner los puntos no le tiembla el pulso. Antes tampoco, pero se la veía sufrir. Ahora ya no: está ¿empoderada? Quizás. Como sea, se la nota fortalecida.
Ludueña, abogada y periodista marplatense que llegó a la «gran ciudad» y logró afirmarse en las «grandes ligas» de la industria televisiva, conduce todas las mañanas el «magazine» (calificativo que reciben los programas cuando no se sabe cómo clasificarlos) Mujeres Argentinas. Ella como centro del equipo y cinco o seis panelistas dando batalla y opinando sobre los temas más diversos. O los de siempre. La inflación, la inseguridad, la política, los chismes, la salud, cocina, precios, amoríos, engaños, recetas, peleas, romances y demás etcéteras.
Las muchachas que lo acompañan tampoco son «agua de estanque», cuidado. Cada una en lo suyo y cada cual a su manera le han mostrado los dientes en más de una oportunidad. Así las cosas, se registran una serie de conflictos internos que hasta provocaron bajas en el ciclo: a poco de empezar, por ejemplo, Evelyn Bon Brocke decidió dar un paso al costado después de recibir una fuerte crítica por su trabajo.
Otra vuelta, después de protagonizar una polémica por una serie de preguntas que se le hicieron a su marido, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires Jorge Macri, Ludueña terminó llorando y explicando en cámara que sus estados de ánimo estaban un tanto alterados ya que estaba llevando adelante un tratamiento para quedar embarazada. En ese momento se instaló como su rival -al menos para los televidentes- la periodista Amalia Díaz Guiñazú, otra que tiene una personalidad «que ni te cuento».
MARIA BELEN LUDUEÑA LE PUSO LOS PUNTOS A AMALIA DIAZ GUIÑAZU Y SE ARMO DE NUEVO EN MUJERES ARGENTINAS
Uno de los temas que se tocaron en el día de hoy fue el delicado estado de salud de la Locomotora Alejandra Oliveras, quien está internada en Santa Fe y lucha por su vida tras sufrir en ACV. Con la presencia del doctor Fernando Cichero, Amalia Diaz Guiñazú tiró una inquietante versión: que un mes antes del accidente cerebro vascular que la llevó a la sala de terapia intensiva del Hospital Cullen de la capital provincial se habría hecho una cirugía estética que habría incluido implantes mamarios y liposucción abdominal.
El médico estuvo completamente en desacuerdo con eso que estaba diciendo Díaz Guiñazú (no tanto con ella sino con aquellos que le contaron esa versión que ella estaba dando a conocer) pero la periodista replicó con otra cuestión médica. Y como medio se metió en un berenjenal, María Belén Ludueña, que ya venía haciendo caritas que desaprobaban la intervención de la mendocina la frenó en seco y la desairó completamente. «A ver… dejemos hablar al especialista… estamos informando, tenemos que ser respnsables con estas cosas» le tiró por la cabeza. Y aunque aclaró que «lo digo bien», el aire se llenó de tensión una vez más. «Eduquemos» le pidió al profesional mientras hacía caritas de enojada. ¡No se quieren, no hay caso!