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Paritaria de vergüenza. Milei con el aval de UPCN, trituran el salario hasta fin de año

 El miércoles por la tarde en la audiencia convocada por la Secretaria de Trabajo el gobierno, con la firma de UPCN, cerró la pauta salarial para los estatales nacionales por los próximos 6 meses con un 7,5% en cuotas y con bonos no remunerativos ni acumulativos por mes. ATE por su parte rechazó la propuesta y calificó la oferta como “miserable”. En un solo acto y a espaldas de los y las trabajadoras la pérdida salarial llega a un piso histórico.

 La paritaria salarial, correspondiente al período de junio 2025 a mayo 2026, se aplicará en cuotas mensuales de 1,3% para junio, julio y agosto; 1,2% en septiembre; 1,1% en octubre y 1,1% en noviembre, además de una suma fija por única vez de 25 mil pesos en junio, julio y agosto, mientras que en septiembre, octubre y noviembre la suma será de $20.000. La indigencia y la miseria entre los estatales no se tapa con migajas, para una categoría C el 1,3% representan menos de $10.000 y los bonos al ser remunerativos apenas llegan a los $20.000.

Estatales pobres y en la miseria

 El acuerdo entre el gobierno libertario y UPCN sólo lleva a más estatales a la pobreza e indigencia. Andrés Rodriguez, se consagra como un traidor en toda la línea, al mismo tiempo que declara reconocer la pérdida salarial se escuda en la falta de ánimo social para llamar a un paro general. La motosierra en el Estado incluyó miles de despidos, pases a disponibilidad, pérdida de derechos laborales, precarización, desmantelamiento y cierre de organismo… solo un necio puede obviar la complicidad de la dirigencia sindical. Las y los trabajadores necesitamos otra representación, otra dirección.

 Para quienes sí vivimos de nuestro salario este acuerdo es una burla, se ríen en nuestra cara: el gobierno que nos trata de ñoquis y los burócratas sindicales que viven como millonarios. El 1,3% en un sueldo promedio dentro del Estado nacional es menos de lo que cuesta un kilo y medio de carne. Un monto que está lejos de cubrir las necesidades de una canasta familiar como difunden los trabajadores de ATE INDEC que calculan un salario mínimo de $1.869.924 a junio.

 Hoy trabajar en el Estado es igual a un certificado de pobreza. Una familia tipo, compuesta por dos adultos y dos menores, necesitó $1.128.398 para no caer bajo esa línea, según datos del propio INDEC. Una línea que se consolida en el tiempo y una realidad que se complejiza con el pluriempleo. El día a día se vuelve insostenible, por eso organizar la bronca y alzar la voz contra esta realidad es indispensable, es una tarea permanente.

Malabares para justificar el plan económico

 El gobierno venía cerrando las paritarias en cuotas a dos o tres meses y hasta ayer el ofrecimiento era del cero porciento. ¿Qué fue lo que cambió? se preguntan algunos: por un lado se juegan con el aval de UPCN a darle cierre a un reclamo clave para miles y miles de trabajadores en todo el país por todo un semestre y así conseguir calmar aguas hasta después de las elecciones. Las cuotas miserables ni siquiera recomponen la inflación mensual actual y todo indica que tampoco lo harán a futuro. La burocracia usa el acuerdo para festejar las migajas y justificar su responsabilidad en la desmovilización y su política de resignación.

 Lo que nadie va a reconocer es que la bronca social contra el gobierno crece y que las promesas de mejoras económicas no se avizoran en el futuro cercano, sino todo lo contrario. Y eso se expresa en las luchas de todo el país. A los miles de despidos en el Estado con puestos de trabajo que no se recuperan se le suma el trabajo precarizado y sin derechos que crece en el país. Por eso mismo el reclamo salarial toma fuerza, y luchas testigo como la del Hospital Garrahan que viene de realizar una movilización multitudinaria a Plaza de Mayo no pueden taparse con un dedo o con una burda campaña de estigmatización.

Repudiar y organizar la lucha unitaria por abajo

Ni bien se supo el acuerdo, que tiene sus repercusiones en las paritarias estatales de las provincias, en los sectores de trabajo se expresó la bronca y la indignación. No podemos quedarnos con la bronca de una nueva estafa ni con la resignación de que algo es algo. Las y los trabajadores estatales no somos una isla y hemos visto empeorar nuestras condiciones de vida, endeudarnos para llegar a fin de mes, tarjetear los alimentos y servicios porque el plan del gobierno ha decidido que paguemos el ajuste y porque las conducciones sindicales han decidido especular, negociar y no enfrentar seriamente el ataque direccionando a lo público y a los derechos sociales que como trabajadores garantizamos con nuestro trabajo.

Con salario de pobreza y conducciones sindicales que nos entregan no vamos a ningún lado, necesitamos otro rumbo. Por empezar enfrentar las políticas del gobierno de manera consecuente, denunciando las complicidades en las que Milei se apoya para atacarnos como sector de trabajadores. El silencio no es opción. Por eso la tarea inmediata es organizarnos desde cada lugar de trabajo para ponerle un freno a todo esto, eso es posible en asambleas con debates democráticos que permitan seguir sumando voluntades en la coordinación de todas las luchas y en las calles. Se tiene que sentir la presión por el paro general, ese que las centrales sindicales se niegan a convocar y a garantizar. Es en ese mismo camino que proponemos construir las herramientas sindicales que hacen falta, otra central obrera que en lugar de defender intereses corporativos y empresariales ponga por delante los reclamos de las y los trabajadores. Esta paritaria estatal y el rol de las conducciones demuestran que no es utópico plantearse este desafío, por el contrario es urgente y encuentra simpatía entre trabajadores que salen a defender los derechos conquistados más elementales.

Alternativa Estatal CABA

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