martes, 29 de julio de 2025 00:43
Pocos apodos tienen que ver tanto con las condiciones que Alejandra Oliveras demostraba arriba del ring.
Cuando la jujeña apareció, su estilo arrollador y potente, lejos del estilismo y apegado al ir al frente a cambiar golpe por golpe, le valió la denominación que le calzó como un guante: Locomotora.
Ya grande para la habitualidad, Oliveras debutó como profesional el 12 de agosto de 2005, en General Lavalle (Córdoba), a los 27, venciendo por KO a María del Carmen Potenza.
Ya en su octavo combate, primero en el exterior, y con un récord de siete ganadas y un empate, la Locomotora logró su primer título: el 20 de mayo de 2006 ganó el supergallo de la CMB al vencer por KO8 (ya la había tirado dos veces en el 2.°) a Jackie Nava en México.
Esa fue su pelea consagratoria, decorada con un zurdazo que conmovió a la integrante del Salón de la Fama del boxeo de Tijuana, que se desplomó sobre la lona mientras Oscar Tello, quien manejaba a Oliveras, la alzaba como nueva campeona, la primera mujer argentina que ganaba un título fuera del país.
La histórica pelea contra la “Tigresa” Acuña en el Luna Park
Oliveras realizó tres defensas de ese cinturón hasta que llegó la pelea soñada por el ambiente, incluso por los varones que solo aceptaban hombres sobre el ring. Porque enfrente, y nada menos que en un Luna Park colmado, la Locomotora iba a defender su cetro frente a Marcela la Tigresa Acuña (dos años mayor), que a su vez exponía el supergallo de la AMB.
Al cabo, la tigrense impuso su técnica ante la potencia de su rival y la venció por puntos en fallo unánime el 4 de diciembre de 2008, día en que Oliveras perdió el invicto.
Ya en el 2011, el 12 de agosto, la Locomotora se consagró campeona pluma de la AMB al vencer a Liliana Palmera, en Río Cuarto, y el 5 de enero de 2012 obtuvo el título pluma de la OMB al derrotar a Jéssica Villafranca en San Antonio de Areco, título que defendió exitosamente cinco veces.
El 11 de octubre de 2013, Oliveras consiguió su cuarta corona mundial, esta vez la vacante del peso ligero del CMB, al vencer a Lely Luz Flórez en Santo Tomé. El 15 de noviembre de 2014 perdió el superligero del CMB ante Érica Farías, en otro peleón definido por puntos en fallo dividido.
Su retiro oficial del ring
Su último título internacional fue válido por una institución menor: el 8 de abril de 2017, Oliveras derrotó PP10 a Lesly “La Explosiva” Morales en Cutral Co y logró el superpluma de la CMP (Comisión Mundial de Pugilismo).
Ese día marcó su retiro con un historial de 38 peleas, en las que cosechó 33 triunfos (18 por KO) y 3 derrotas, ninguna antes del límite.
La muerte de una refentente del deporte femenino
Después de dos semanas de internación en el Hospital Cullen de Santa Fe, Oliveras falleció este lunes a los 47 años. La exdeportista había sufrido un ACV isquémico por el que se encontraba en grave estado.
En los últimos días, la exboxeadora había presentado leves mejorías que incluso los doctores reconocían que eran alentadoras.
Según informó La Nación, Bruno Moroni, director del Hospital Cullen de Santa Fe, habló con la prensa por la mañana del lunes y transmitió eso mismo: “La evolución este fin de semana fue estable y logró cada día más respiración espontánea con menos asistencia de un respirador. Es muy bueno que se la desvincule de un soporte mecánico”.
En cuanto a su estado, el director había marcado que “abre los ojos, responde a la orden motora y tiene parámetros clínicos estables; mantenerse así y pasar varias horas sin necesidad de respirador es un paso muy importante”. Por la tarde, se dio a conocer la noticia de su fallecimiento.
Su eterna rival, la “Tigresa” Acuña en sus redes sociales realizó un sentido mensaje: “Estoy muy triste, seguía todos los días sus partes médicos, logramos reconstruir nuestra relación, hoy nos deja un vacío”.
“Los dólares no van al cajón”
La boxeadora argentina, además de su carrera deportiva fue conocida por sus frases motivacionales y su espíritu de lucha tras una dura vida personal.
Lejos de lamentarse, Oliveras siempre vio esas experiencias como sus “maestras”, fundamentales para aprender a superar cada obstáculo y valorar lo más simple.
La boxeadora no tan solo se hizo conocida por su impotente figura en el ring, también brilló por sus apariciones en la pantalla chica.
“Cuando uno se muere no te ponen los dólares en el cajón… ni el teléfono, ni la casa. No entra nada en el cajón. Lo único que tenemos es nuestro cuerpo”, fue una de las tantas frases que la volvieron un personaje de resiliencia.
Otra de sus frases más representativas fue: “La vida te va a tirar, pero es esencial levantarse y seguir viviendo porque la vida es hermosa y tiene sentido”. Esta filosofía la acompañó siempre, convencida de que cualquier desafío, por doloroso que sea, puede superarse con la “fuerza del corazón”.
Su lucha contra la violencia de género
La vida de Alejandra Oliveras también estuvo marcada por una cruda realidad que eligió compartir para inspirar a otras. En el libro “Las Parturientas” de Agustina Kämpfer, la exboxeadora relató el infierno de la violencia de género que sufrió en su adolescencia.
“La Locomotora” soñaba con tener una familia y, siendo madre a los 15 años, convivió con su pareja, un hombre que le doblaba la edad, en un galpón precario, desprovisto de servicios básicos.
Hoy, aunque “La Locomotora” ya no esté físicamente, sus seguidores recordarán siempre su espíritu indomable, que la llevó a levantarse después de cada golpe, dejando un legado de vida, fuerza y esperanza.