martes, 29 de julio de 2025 17:00
Una de las marcas de indumentaria más emblemáticas de Mar del Plata, Textilana —propietaria de Mauro Sergio—, atraviesa una profunda crisis que la obligó a reducir en un 20% su producción y a iniciar un plan para desvincular a 50 trabajadores.
La empresa, que opera bajo su nombre actual desde 1980 y fue fundada en los años setenta como Todisco, es una pyme integrada que controla todo el proceso de fabricación de indumentaria de punto: desde el hilado hasta la confección de sweaters. Sus productos, dirigidos al segmento más golpeado por la crisis, se comercializan a precios accesibles, que oscilan entre los $16.000 y $30.000.
Desde la compañía señalaron que esta reestructuración es una respuesta directa al “boom de importaciones y la caída del consumo”, factores que generaron un exceso de stock y una disminución de ventas de entre el 15% y 20% durante el invierno.
El contexto general del sector textil no es alentador. Según la Fundación ProTejer, durante el primer trimestre de 2025, 5 de cada 10 empresas registraron una baja en sus ventas comparado con el año anterior, con una merma promedio del 5%. La situación empeora al compararla con 2023, cuando el 70% de las compañías ya había informado caídas del 21%.
Además, el 72% de las empresas textiles ha tomado medidas que afectaron el empleo desde fines de 2023, y 6 de cada 10 redujeron su personal. La Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA) advirtió que el 70% del consumo interno de indumentaria ya está compuesto por productos importados, y que el gasto de los consumidores en ropa del exterior aumentó un 136%.
Ante este panorama, las perspectivas del sector no son optimistas: el 40% de las empresas prevé que su situación empeorará, mientras que otro 40% espera que al menos se mantenga igual.