jueves, 31 de julio de 2025 16:00
Alejandra “Locomotora” Oliveras se encontraba internada en la unidad de terapia intensiva del Hospital Cullen de Santa Fe luego de haber sufrido un ACV isquémico que complicó gravemente su estado de salud. Hasta el lunes, la información oficial que brindaron los médicos despertaba cierta esperanza sobre su evolución.
El doctor Néstor Carrizo, responsable de la UTI, explicó en su último parte médico que, aunque seguía siendo una paciente de riesgo, su condición presentaba signos de recuperación. “El riesgo de vida es menor, pero sigue siendo una paciente que requiere cuidados de cerca”, afirmó Carrizo, generando un leve alivio entre sus familiares y seguidores.
Uno de los datos que ilusionaba era que Alejandra “Locomotora” Oliveras había logrado mantener pequeñas interacciones con sus seres queridos. Según el equipo médico, la exboxeadora reaccionaba a estímulos: apretaba la mano, movía la pierna derecha y dirigía la mirada, principalmente hacia su familia.
El mismo Néstor Carrizo detalló que, pese a que todavía no podía hablar, era posible que esa capacidad regresara más adelante. “Ha tenido momentos en los que mira a sus familiares, pero otro tipo de comunicación no. Puede ser que eso ocurra después”, explicó el profesional.
Otro punto positivo que reforzaba la ilusión era la posibilidad de intensificar la kinesioterapia. La mayor estabilidad clínica permitía trabajar con más fuerza en su recuperación física, un paso clave para intentar que pudiera dejar el respirador de forma definitiva.
Aun así, Néstor Carrizo advirtió que la situación seguía siendo muy delicada. El ACV había dejado secuelas motoras graves: la parte izquierda de su cuerpo estaba comprometida y era muy probable que quedara con movilidad reducida de forma permanente debido a la magnitud de la lesión.
El médico también señaló que, aunque se había avanzado, no se podía descartar una recaída. “Hay pacientes con los que se logra avanzar, pero por algún motivo tienen que volver a la asistencia respiratoria mecánica”, explicó, consciente de que cualquier complicación podía revertir el progreso alcanzado.
Tristemente, horas después de aquel parte médico que alentó a sus familiares, Alejandra “Locomotora” Oliveras tuvo una desmejora que resultó irreversible. Su muerte conmueve al mundo del deporte y deja como recuerdo la fuerza y el coraje que siempre la caracterizaron arriba y abajo del ring.