domingo, 10 de agosto de 2025 15:37
La quita de retenciones a productos mineros, oficializada la semana pasada, renovó la polémica y volvió a poner en el centro del debate la carga impositiva sobre el sector agropecuario. Varios referentes del campo manifestaron su enérgico reclamo por un trato similar, al considerar las retenciones como un «impuesto malo» que perjudica la rentabilidad y el desarrollo productivo.
El exgobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, se sumó a la discusión y calificó al campo como el sector “más castigado de la Argentina”. En su participación en la 33ª edición del Congreso Aapresid, enfatizó que las retenciones a las exportaciones agropecuarias son «un verdadero robo al complejo agroalimentario y al interior productivo argentino». El dirigente puntualizó que el Estado nacional es responsable de ese «robo», al haber extraído 175.000 millones de dólares desde 2003, de los cuales 35.000 millones correspondieron a Córdoba. Schiaretti propuso eliminar las retenciones en dos años, lo que, según él, permitiría «duplicar la cantidad que podemos exportar del complejo agroalimentario».
Por su parte, el empresario Gustavo Grobocopatel, fundador de Los Grobo, calificó a las retenciones como “una cosa nefasta, un desastre” y aseguró que la reducción reciente «no es significativa». En diálogo con El Campo Podcast, advirtió que la eliminación de este impuesto debe ir acompañada de «medidas de estímulo para procesar materias primas» y de incentivos para el uso de tecnologías, ya que de lo contrario el sector podría «quedarse a mitad de camino».
Desde la Federación Agraria Argentina (FAA), el vicepresidente José Luis Volando coincidió en el diagnóstico. En declaraciones al portal Bichos de Campo, graficó que la baja de retenciones «apenas es un alivio parcial», comparándolo con una persona que «tenía 40° de fiebre y ahora tiene 39°». Volando remarcó que, si bien la temperatura bajó, «seguimos enfermos» y la falta de rentabilidad continúa siendo un problema central.
Las recientes rebajas en los derechos de exportación, aplicadas a fines de julio, redujeron las retenciones para la carne aviar y vacuna del 6,75% al 5%; para el maíz y el sorgo del 12% a 9,5%; al girasol del 7,5% al 5,5%; a la soja del 33% al 26%; y a los subproductos de soja del 31% al 24,5%.