martes, 12 de agosto de 2025 13:11
Poco menos de la mitad (49%) de la población de jóvenes de América Latina, unos 51 millones de personas de 15 a 24 años, está incorporada a la fuerza de trabajo, pero solo el 34% de ellos tiene un empleo formal o de calidad, en tanto que el resto tiene problemas laborales tanto porque están desocupados o trabajan en la informalidad.
En ese contexto, los proyectos de capacitación para la transición al mundo del trabajo que se enfocan en adolescentes y jóvenes, especialmente los de bajos ingresos económicos, fortalecen las oportunidades de acceder a un trabajo de calidad para un grupo social sistemática y estructuralmente excluido.
Así surge del informe “Jóvenes, educación y trabajo en América Latina”, elaborado por Fundación Forge, difundido con motivo del Día Internacional de la Juventud, que se celebra este 12 de agosto, según lo establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).
El informe traza un panorama de la situación de la juventud en la región a partir de la recopilación, sistematización y análisis de información estadística disponible, elaborada por diferentes organismos e instituciones internacionales, entre ellas CEPAL, OIT y UNESCO.
Además, según estos datos, los niveles de actividad laboral entre la población joven de América Latina registran una importante variación por género, porque mientras que las mujeres activas son el 42%, entre los varones el indicador llega al 58%.
“Es muy difícil de imaginar una sociedad sin jóvenes trabajando en blanco y proyectando su vida”, expresó Rodrigo Kon, Director Ejecutivo de la Fundación Forge, que promueve programas de capacitación y entrenamiento laboral para que quienes se encuentran en una situación económicamente vulnerable puedan construir un proyecto de vida adulto a través del trabajo, el aprendizaje continuo y el compromiso con la comunidad.
El documento de Fundación Forge indica que el acceso al mundo del trabajo para los jóvenes de América Latina “es un camino largo, intermitente y plagado de obstáculos”, y detalla que “la probabilidad de insertarse en trabajos de calidad es baja en economías en las que más de la mitad de la población adulta trabaja en la informalidad”.
“Para los jóvenes que provienen de hogares de bajos ingresos que, además, no alcanzaron a completar los estudios secundarios o superiores, la inserción en empleos de calidad puede resultar una verdadera hazaña”, agrega el documento.
Para Fundación Forge existe la posibilidad de ampliar y escalar las acciones que faciliten la transición al mundo del trabajo para los jóvenes de bajos ingresos trabajando desde el sistema educativo, en particular, desde las instituciones públicas que alcanzan a los sectores populares.
Fundación Forge, en tanto, lleva adelante el Observatorio de Empleo Joven, una iniciativa estratégica para comprender, visibilizar desafíos actuales y pensar soluciones eficaces para el complejo contexto que transitan las y los jóvenes en la región.
Por medio de investigaciones, encuestas y trabajos de recopilación y estandarización de la información existente, Fundación Forge busca generar un flujo constante de contenidos, noticias y datos propios que permitan comprender en profundidad algunas dimensiones relevantes como el mercado laboral, la educación y las dinámicas sociales que determinan el presente y el futuro de las generaciones jóvenes.
El Observatorio publica, de manera online y con acceso gratuito, informes relevantes no solo para las empresas que buscan talento joven, sino también para los responsables de la formulación de políticas públicas interesados en diseñar estrategias efectivas que impulsen la inclusión laboral y el crecimiento de este sector de la población.