La conmemoración del 24 de agosto también nos recuerda a Santa Juana Antida Thouret, una monja francesa del siglo XVIII cuya vida es un testimonio de caridad y valentía. Juana vivió en un momento de gran agitación social y política, la Revolución Francesa, que se caracterizó por la persecución a la Iglesia y a las órdenes religiosas. A pesar de los peligros, Juana se dedicó a servir a los pobres y a los enfermos.
El Servicio en Tiempos de Persecución
En 1799, fundó la congregación de las Hermanas de la Caridad, con el objetivo de ayudar a los más necesitados. La congregación se extendió rápidamente, y Juana se convirtió en un faro de esperanza para los pobres y desamparados. Su vida es un ejemplo de que la fe puede ser una fuerza transformadora en la sociedad, y que la caridad es el motor de la vida cristiana.
El Legado de la Caridad
Santa Juana Antida Thouret es la patrona de la Congregación de las Hermanas de la Caridad. Su vida es un recordatorio de la importancia de la caridad y del servicio a los demás. Su festividad es un día de gran regocijo para las Hermanas de la Caridad y para los que buscan seguir su ejemplo de amor a los pobres.
Oración
Oh, Dios, que en Santa Juana Antida Thouret nos has dado un ejemplo de caridad y de servicio, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo su ejemplo, seamos capaces de ayudar a los que sufren y de defender la fe. Amén.
Este artículo forma parte de nuestro especial ‘Fe y Devoción en Agosto’. Descubri la guía completa del santoral del mes haciendo clic aquí.