domingo, 26 de octubre de 2025 15:50
La jornada electoral en el Instituto Hispano Argentino Pedro Poveda, en Vicente López, se desbordó de expectativa y tensión cuando Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y hermana del presidente Javier Milei, llegó para emitir su voto en las elecciones legislativas de 2025. La funcionaria fue recibida por una multitud de periodistas, militantes y curiosos, mientras su presencia fue custodiada por un numeroso dispositivo de seguridad.
Desde temprano, el ambiente en el establecimiento estuvo marcado por la expectativa de su llegada. A medida que avanzaba la mañana, se fue concentrando un creciente número de reporteros y cámaras frente a la puerta del colegio. La seguridad fue incrementada con la presencia de agentes de la Secretaría General de la Presidencia, y al menos cinco efectivos del escuadrón antiexplosivos de la Policía, quienes trabajaron junto a perros entrenados para inspeccionar discretamente el lugar.
A las 12.30, la atención alcanzó su punto álgido cuando, desde la esquina de Hipólito Yrigoyen y Azcuénaga, comenzaron a escucharse gritos de los militantes libertarios que aguardaban la llegada de la funcionaria. Cuando Karina Milei descendió de un vehículo oscuro, fue recibida con aplausos, gritos de aliento y el saludo de militantes y simpatizantes, entre ellos, una mujer que le acercó una bebé para que la saludara. En el mismo momento, un grito desafiante se alzó desde la vereda de enfrente: “¡Hija de puta, ladrona!”, la única voz disonante en medio de un mar de apoyo.
Dentro de la escuela, el clima era tenso pero contenido. Karina Milei saludó a algunos presentes, entre ellos a la concejal electa de La Libertad Avanza, Alejandra Nieto, con quien compartió algunos minutos de conversación. Sin embargo, el operativo no estuvo exento de contratiempos. A medida que los fotógrafos discutían con las autoridades de mesa sobre la ubicación de la urna para obtener mejores ángulos, la presidenta de mesa se mostró visiblemente exasperada, repitiendo que ya había “bastante lío”.
La jornada también estuvo marcada por la fascinación de algunos votantes, que no perdieron la oportunidad de pedirle fotos a la hermana del presidente. Un niño, junto a su padre, se acercó tímidamente para posar con ella, y Karina, con una sonrisa, accedió amablemente a la solicitud.
Tras emitir su voto, Karina Milei se retiró del lugar, nuevamente rodeada por su equipo de seguridad, los militantes y un enjambre de cámaras que seguían cada uno de sus movimientos. En ese momento, ella expresó con cautela: “Esperemos que la jornada transcurra con calma y con una buena participación ciudadana”.
Finalmente, al salir del colegio, la multitud comenzó a dispersarse poco a poco, mientras la escuela retomaba su normalidad. Las empanadas volvieron a ser las protagonistas en el stand improvisado frente a la escuela, y la jornada electoral continuó con tranquilidad, a pesar del alboroto generado por la presencia de la funcionaria.
