domingo, 2 de noviembre de 2025 17:00
El país atraviesa una ola de inseguridad que no da respiro, y esta vez la víctima fue Ariel Ansaldo, conocido por su paso por Gran Hermano 2022. El ex participante relató con crudeza el violento robo que sufrió junto a sus padres en su casa de Berazategui, donde delincuentes ingresaron durante la noche, los redujeron y los ataron con precintos.
La noticia la dio él mismo a través de sus redes sociales, donde escribió: “Hola a todos. Nos robaron anoche, estamos los tres bien. En estos días les cuento más detalles. No tengo mi teléfono, así que si reciben algún mensaje mío, no soy yo”. El mensaje, breve pero contundente, alarmó a sus seguidores y colegas del reality.
Horas después, el propio Ariel reapareció con un video en el que, visiblemente afectado, contó cómo vivió la pesadilla. “Saben que muchas veces me han criticado por mi positivismo extremo, pero esta vez es difícil, amigos. No solo desmoronaron mi casa, se llevaron todo mi pasado material. Me llevaron la sonrisa. Esta vez sí que me vencieron”, expresó entre lágrimas.
Con su característico tono reflexivo, continuó: “Uno cae y ya saben cómo es, pero acá estoy. Lo único que se me ocurre como siempre es meterle con el laburo, el deporte, la bici, el gimnasio y los amigos. Nosotros somos tres, lo último que queda de la familia”.
El ex GH también agradeció el apoyo recibido tras el brutal episodio: “Gracias a mis amigos y a todos los mensajes por Instagram, ayudan un montón. Estoy destruido, pero con ganas de salir adelante”, afirmó.
En otro tramo del video, se sinceró sobre cómo el robo lo afectó emocionalmente. “A veces no se puede todo y creer que uno puede te puede llevar a la frustración. No estoy depresivo, pero te hace mella. Se metieron en mi casa y se sintieron los dueños de todo, de mi vida, de mi hogar”, dijo con impotencia.
Finalmente, Ansaldo compartió el pensamiento más crudo de la noche que lo marcó para siempre: “Pensé que se iban a quedar a vivir acá, con nosotros atados de por vida”. Hoy, mientras intenta recuperar la calma, Big Ari demuestra una vez más su fortaleza. Golpeado, pero de pie, busca transformar el miedo en fuerza y volver a sonreír, aunque, como él mismo dijo: “Esta vez cueste un poco más”.
