InicioSociedadUna victoria táctica, pero más ajustada y menos genuina

Una victoria táctica, pero más ajustada y menos genuina

¿Qué mensajes dejaron las urnas en Catamarca el pasado domingo 26? El primero fue el triunfo estratégico del peronismo, porque consiguió los cargos que buscaba y, sobre todo, pudo abstraer a la provincia del aluvión violeta que tiñó gran parte del país. El segundo fue la ratificación del crecimiento del mileísmo sin Javier Milei en la boleta. El tercero es que, en medio de tanto extremismo, hay lugar para nuevas figuras que llegan por cuenta propia. Y el cuarto es una profecía autocumplida: el radicalismo, como todo indicaba, sufrió su peor derrota desde el retorno de la democracia.

El oficialismo provincial, esta vez con el sello de Fuerza Patria, tuvo una victoria decididamente importante, aunque es un hecho tangible que ha perdido votos y credibilidad; que muestra un desgaste creciente en la gestión y que, pese al cambio de nombres, sigue reincidiendo en formas y prácticas clientelares que la gente aborrece.

Pero en metas puntuales, el Gobierno pudo lograr casi todo lo que pretendía. En la Cámara de Diputados de la Nación se incorporarán a fin de año Fernando Monguillot y Claudia Palladino, en lugar de Silvana Ginocchio y Dante López Rodríguez. De este modo, mantendrá 4 de las 5 bancas catamarqueñas. La quinta será ocupada por el liberal Adrián Brizuela, quien reemplazará a Francisco Monti.

En el Senado provincial todo seguirá igual que antes. De los 8 bancas que se renovaban, el oficialismo puso en juego 6, mientras que la oposición (“Somos Provincias Unidas”) hizo lo propio con 2.

Fernando Monguillot, diputado nacional electo por Fuerza Patria, el domingo 26 en la sede del PJ.

Fuerza Patria se quedó con la senaduría de Antofagasta de la Sierra, que antes pertenecía a la UCR, pero perdió la de Capayán, la cual fue ganada por Gonzalo Ormachea del partido departamental “LIBER.AR”. La única banca radical será la de Ancasti, que el próximo mes ocupará el actual intendente Rodolfo Santillán.

En consecuencia, en la Cámara alta la relación de fuerzas será de absoluta hegemonía oficialista: 14 a 2. La escribanía en su máxima expresión.

En la Cámara baja, de las 12 bancas que renovaba el oficialismo, consiguió 11. Así, tendrá 22 diputados de los 41 totales, con lo cual conservará el quórum propio y podrá aprobar por sí las leyes que solo requieran mayoría simple. En otros términos, no resignará el control político del cuerpo.

Pero hubo dos sectores que hicieron una elección memorable y se llevaron grandes premios. Por un lado, La Libertad Avanza (LLA): tenía 4 bancas y ganó 6 más. A partir de diciembre, con esos 10 diputados, será la primera minoría. Por el otro, el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) sumó los escaños de Javier Galán y Sonia Nabarro al bloque unipersonal de Fernando Baigorri. Ambos grupos están a favor de Milei, pero tienen una interna feroz. Más allá de eso, en un sentido ideológico amplio, podría decirse que son 13 legisladores que comparten las “ideas de la libertad”.

En caída

En la nómina de perdedores, el diputado Hugo “Grillo” Ávila, uno de los legisladores más activos, se presentó con Unión Patriótica Catamarqueña para renovar por tercera vez su banca. Si bien logró casi 8.700 votos, no le alcanzó. La atomización de la oferta opositora y el surgimiento de nuevas propuestas le jugó en contra.

Sin embargo, no hubo peor fracaso que el del radicalismo o Somos Provincias Unidas, donde fue en alianza junto a Movilización. Además de la banca resignada en el Senado, la fuerza perdió 5 de los 7 escaños que tenía en Diputados. En los próximos dos años solo contará con Luis Fadel, presidente de la UCR provincial, y Alicia Paz, ambos reelectos.

Luis Fadel, presidente de la UCR y diputado reelecto, tras conocerse los resultados de los comicios.

Incluso los denominados “radicales con peluca”, aglutinados en el bloque “Generación para el Cambio”, tendrán más peso que los “puros”. Allí continuarán Tiago Puente, Mamerto Acuña y Natalia Herrera. En función de los antecedentes más recientes, es más seguro que actúen a la par de los libertarios que de los radicales orgánicos.

El cuadro catastrófico se completa con la situación en el Concejo Deliberante capitalino, donde el centenario partido perdió las tres bancas que tenía: Fernando Navarro, Carlos Álvarez y Gilda Godoy. Desde 1983 hasta hoy, el radicalismo siempre tuvo representación en el cuerpo legislativo de la ciudad. Esos lugares serán ocupados ahora por LLA y el MID.

La decadencia del partido de Alem e Yrigoyen en Catamarca empezó a profundizarse cuando perdió el gobierno a manos del peronismo. Desde entonces cada vez se encerró cada vez más y no supo adaptarse a los cambios sociales. Una “élite” dirigencial retaceó la democracia interna, expulsó minorías y decidió todo a su favor. La paupérrima representación parlamentaria de hoy es, en gran medida, resultado de ese estilo egoísta y autosuficiente.

Caudal en fuga

Más que contundente, el triunfo del oficialismo fue preciso. Porque ganó las bancas legislativas que necesitaba para conservar poder y asegurar gobernabilidad. Pero no le sobró demasiado; de hecho, en los dos últimos años perdió más de 13.000 votos en la categoría diputados provinciales y unos 5.000 en la de concejales capitalinos.

En efecto, en las elecciones de 2023, los candidatos de la entonces Unión por la Patria se impusieron por casi 102.000 votos, poco más del 53% del total. Mientras que el domingo pasado, en la misma categoría el peronismo ganó por 88.600 sufragios, un 42,6%. Esto significa que el voto opositor en conjunto supera más la mitad del electorado.

Resultados finales de las elecciones de 2023 en la categoría diputados provinciales.
Elecciones 2025. Resultados finales de la categoría diputados provinciales en Catamarca.

En los comicios capitalino sucedió otro tanto. En 2023, todos los concejales electos por circuito sumaron 38.500 votos, mientras que en 2025 los concejales generales llegaron a 33.673 votos, un 38.6% del total de sufragios emitidos.

Es verdad que en 2023, los candidatos a concejales fueron pegados a la boleta de Gustavo Saadi, que fue reelecto intendente con más del 50% de los votos. Esta vez, en cambio, debieron remar solos. Son diferentes los resultados cuando no se juega el poder real, que es el gobierno. Igualmente, no estuvieron huérfanos de apoyo.

Distrito Capital. Resultados de la elección de concejales generales. El oficialismo no llegó al 40%.

Por el contrario, tanto a nivel provincial como en la Capital, el oficialismo desplegó un descomunal aparato clientelar y de proselitismo. Miles de vehículos particulares de funcionarios y dirigentes y autos alquilados para el “operativo arriada”, esto es, buscar al elector en la casa, llevarlo a votar y regresarlo. Un servicio full.

Y además se montaron en los búnker y otros puestos definidos de antemano mesas especiales para pagar $10.000 a cada uno de los electores asistidos. ¿Cuántos votos comprados tuvo Fuerza Patria? Es imposible saberlo, pero sí está claro que hubiera cosechado muchos menos sin semejante estructura a expensas de la pobreza.

“Este resultado nos demuestra que Catamarca sigue siendo peronista”, se enorgulleció el electo Monguillot el domingo de festejos en la sede del PJ. Los datos indican que ya no lo es tanto. Al menos no por convicción.

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