El ministro habló de prescindir de Wall Street. Reservas en el subsuelo y falta de financiamiento. Columna de economía de El Círculo Rojo, un programa de La Izquierda Diario en Radio Con Vos.
Sábado 27 de diciembre 13:18
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- El Gobierno tiene poca vergüenza en transformar sus defectos en virtudes. Es lo que hizo el ministro de Economía, Luis Caputo, en la previa de navidad cuando anunció que tiene por objetivo ir “eliminando la dependencia que el país tiene de Wall Street”.
- La realidad es bien diferente. Hasta no hace mucho, Caputo aspiraba a conseguir U$S20 mil millones de Wall Street con el respaldo de Donald Trump y su secretario, Scott Bessent. En particular, negociaba un préstamo de ese volumen con los bancos J.P. Morgan, Citibank y Bank of America.
- La negociación no llegó a buen puerto porque el Bessent no pudo, no quiso, no lo dejaron, otorgar un respaldo con bonos estadounidenses, una condición que establecieron los bancos de Wall Street para prestarle a Argentina.
- Incluso, tampoco hubo novedades sobre una negociación de menor escala, un préstamo denominado “repo”, con respaldo de bonos argentinos, por unos U$S4.000 millones.
- Recordemos que el ministro es adicto al endeudamiento y en el Gobierno de Mauricio Macri batió récord en endeudar al país.
- Ahora, bajo la urgencia, irónicamente, Caputo parece postular una idea similar a la idea de “vivir con lo nuestro”, formulada por Aldo Ferrer.
- ¿Quién fue Aldo Ferrer? Un economista de origen radical quien estuvo a cargo del ministerio de Economía, entre 1970 y 1971, durante los gobiernos dictatoriales de Roberto Marcelo Levingston y Alejandro Agustín Lanusse. Más tarde fue funcionario en los gobiernos de Raúl Alfonsín, Fernando de la Rúa y, finalmente, a cargo de ENARSA y de la Embajada Argentina en Francia durante los gobiernos kirchneristas.
- Desde la década de 1990, Ferrer fue crítico de la globalización y de las consecuencias de la dependencia del capital financiero. En sus propias palabras, «El planteo central de la obra es que, en virtud de su endeudamiento y vulnerabilidad financiera, la Argentina había perdido capacidad de gobernarse y era imprescindible y urgente recuperarla. Para esto resultaba preciso, en primer lugar, descansar en los recursos propios: vivir con lo nuestro».
- El “vivir con lo nuestro” implicaba no depender de los mercados financieros internacionales para evitar que dicten la política local y también para centrarse en el mercado interno. No obstante, para Ferrer también era importante el ordenamiento fiscal y monetario. Otro planteo clave de Ferrer era el de “densidad nacional”, una suerte de alianza social con perspectiva estratégica para defender los intereses nacionales, basados en la industria y la innovación tecnológica.
- Sin compartir el planteo teórico, estratégico ni político de Ferrer, podemos decir que, evidentemente, Milei y Caputo están bien lejos de alguna idea de defensa de los intereses nacionales. Más bien, el ministro es empujado por el pragmatismo a la novedosa idea de liberarse de Wall Street. Esta idea no es el resultado de un objetivo premeditado, sino el resultado no deseado de sus negociaciones fracasadas.
- Y esas negociaciones fracasadas ponen de relieve algo más importante aún: el esquema de dólar barato y no acumulación de reservas hace aguas. Ese es el mensaje encriptado que llega desde Wall Street.
- Lo interesante de la comparación con el planteo de Ferrer es que justamente la propuesta de este economista adquirió mayor relevancia cuando Argentina se quedó sin acceso al mercado de capitales luego de la crisis del 2001. Ese es el desierto que tiene Caputo por delante.
- En estas semanas el equipo económico emprendió otro giro. De negarse a hacerlo, asumió la tarea de juntar reservas, rascando la olla de aquí y de allá para afrontar los pagos de la deuda odiosa que vencen en enero sin el beneficio del famoso “roll over”: tomar deuda para pagar vieja deuda.
- Caputo también practica una nueva alquimia con la modificación del esquema cambiario: desde enero, el dólar se moverá en función del dato de inflación con dos meses de rezago.
- La idea es juntar reservas para pagar la deuda al costo de quitar recursos a la economía doméstica. Es decir, este novedoso “vivir con lo nuestro” de Caputo es, en este sentido, también contrario a la idea de Ferrer. Por último, también es opuesto a la idea de Ferrer en tanto el nuevo esquema cambiario es dictado por el Wall Street y el FMI.
- Se trata de un experimento peligroso que puede combinar recesión con tensiones cambiarias si las reservas no se recomponen fuertemente.
- El gobierno de Milei se postuló para cambiar a la Argentina de mano del capital financiero. Pero el capital financiero lo está cambiando más a Milei y a Caputo que lo que está cambiando a la Argentina y sus crónicas crisis de deuda.
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Pablo Anino
Nació en la provincia de Buenos Aires en 1974. Es Licenciado en Economía con Maestría en Historia Económica. Es docente en la UBA. Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Es columnista de economía en el programa de radio El Círculo Rojo y en La Izquierda Diario.
