La entidad busca colocar US$ 2000 millones para fortalecer las reservas con la emisión de un nuevo REPO.
Según el vicepresidente del Banco Central, la salida del cepo no afectó de manera importante a los precios. Vladimir Werning aseguró durante el 42° Congreso del IAEF que el proceso de desinflación se afianzó en los primeros días de mayo y que no se vereficó en la realidad el «pass trought» o «traslado a precios» de la devaluación.
«Se presume que, más allá de cualquier aumento de corto plazo, los fundamentos macro siguen operando para desinflar la nominalidad de la economía», señaló.
El funcionario subrayó: «Vimos los datos de CABA para inflación minorista y, lejos de acelerar, del 3,7% se desaceleró al 2,5%». Además dijo que «la tendencia desestima los temores iniciales de economistas que esperaban una interrupción en la trayectoria de desinflación».
El vicepresidente del Banco Central recalcó: «Estamos viviendo una transición sin sobresaltos. Los impactos inmediatos en los diferentes mercados dan cuenta de resultados alentadores». «Hasta el momento, el tipo de cambio, lejos de convalidar expectativa pesimistas, está operando dentro de la banda, con sesgo hacia la banda inferior. Las tasas de interés que habían subido antes del cambio de régimen, en general, se han normalizado», añadió.
Por otro lado, reiteró que el Banco Central no comprará dólares hasta que el precio llegue al piso de la banda, por un lado para darle fortalece a los valores de esa banda y sostener las señales de precio.
En cuanto a las reservas líquidas, dijo que se reforzarán con créditos de organismos internacionales y un REPO que se concretará en el corto plazo con una participación de bancos internacionales más alta que en la operación anterior.
Según algunos analistas, la entidad buscaría hasta US$ 2.000 millones mediante este instrumento en el que se vende un activo (Bopreales) a cambio de una suma de dinero con el pacto de recomprarlo en una fecha posterior y a un precio determinado.