Los Auténticos Decadentes es un grupo único en el enorme terreno de la música popular, con canciones exquisitas y pegadizas que abarcan desde el pop y el rock hasta la cumbia, cuarteto, candombe, ska, bolero y ranchera. Tienen casi 40 años de historia y al menos tres décadas de popularidad masiva, primero en Argentina y luego en toda Hispanoamérica, con especial furor en México.
Sus recitales son una sucesión de hits y el resultado es una fiesta donde es imposible resistirse al baile y los coros. No es casualidad que sea una de las bandas que más trabaja durante la época de festivales de verano, aunque el resto del año también tienen un ritmo intenso de shows y giras.
Esta semana, por ejemplo, estarán en Neuquén para la Fiesta Nacional de la Confluencia, y el siguiente finde subirán al escenario del Cosquín Rock, que cumple 25 años de historia. Después irán a Chile, al Carnaval de Los Tekis, a la Fiesta de la Vendimia, a México y vuelta a la Argentina en abril para el Quilmes Rock y Rock en Baradero.
Rumbo a la teletransportación
Jorge Serrano es uno de los varios cantantes del grupo y compositor de la mayoría de los temas, por ejemplo Loco (Tu forma de ser), Vení Raquel, La guitarra, Corazón, Cómo me voy a olvidar, Diosa, La marca de la gorra, El jorobadito, Sigue tu camino y Un osito de peluche de Taiwan.
Un dato inusual es que vive hace 20 años en Villa Gesell, adonde regresa rápidamente después de las giras. «Soy este amigo más del invierno -aclara en una charla por Zoom con Clarín– porque el atractivo para mí era precisamente que había una temporada turística y el resto del año estaba vacío».
Recuerda que de adolescente le gustaba ir por un fin de semana en invierno, «porque me gustaba esa onda de caminar con frío». Y agrega: «Siempre fue un deseo mío no vivir en Buenos Aires. Quería vivir en algún lugar un poco más natural, que podía ser un bosque o algo más al sur, pero mi suegro tenía departamentos acá, entonces la movida fue más fácil y lógica».
-¿Ahora venís de shows o estás en el merecido descanso de verano?
-Estoy en mi casa. Esta semana descanso. Venimos de Paraguay y antes estuvimos un mes de vacaciones, así que no me puedo quejar.
-¿Extrañás los escenarios?
-Mmmm. Lo que pasa es que una cosa es el escenario y otra es el viaje. Yo puedo extrañar el show, pero no extraño Ezeiza, Retiro ni Aeroparque. La parte más tediosa del músico es que para un show de una hora te lleva 48 horas de viajes y esperas. Eso es lo que no extraño, pero estoy esperando la teletransportación que se va a venir rápido. ¡Que me manden teletransportado! La inteligencia artificial sale al toque o mandamos avatares, sin presencialidad.
-Elton John decía que tocaría gratis, pero que quiere que le paguen por toda la molestia de llegar hasta el escenario.
-¡Tal cual! Nosotros hicimos con la Mosca Lorenzo un tema que creo que no lo sacamos, que medio en joda dice “No hay que rezongar, que nos pagan por viajar”. Que me pagan por todo lo demás, no por la por el momento de gloria del show.
Musicalmente defectuosos
Durante los últimos cuatro años, Los Auténticos Decadentes estuvo presentando en vivo los tres sucesivos volúmenes de A.D.N., una colección de versiones de temas de otros artistas que los marcaron y explican un poco el cóctel musical del grupo: Sumo, Los Tigres del Norte, Spinetta, Virus, Sandro, The Cure, Rodrigo, Gilda, Babasónicos, La Mona Jiménez y Diego Verdaguer.
Según anticipa Serrano, «La idea también es ir preparando, sin apuro y de a poco, un nuevo álbum de estudio con canciones nuevas y propias, que es algo que no hacemos hace mucho porque estuvimos sacando discos de covers y discos en vivo.
Mientras tanto, ahora se viene una nueva gira con otro pretexto: los 30 años de su álbum Mi vida loca, que los hizo crecer en popularidad gracias a hits como La guitarra, El Murguero, Diosa y Corazón.
«El motivo para celebrar -dice- siempre es bueno. Cuando un grupo arranca un año, está bueno darle un sentido a una gira. Este año volvemos a México y no podemos volver a hacer A.D.N., así que ahora la gira se llamará Mi vida loca – 30 años o algo así. Fue un álbum muy pivotal para nosotros. Fue el disco que nos hizo explotar.
-¿Cómo estaban ustedes en esa época, antes de sacar ese disco?
-Era un momento muy bueno nuestro. Veníamos de hacer Siga el baile, el tema con Alberto Castillo, y eso nos dio una gran popularidad transversal a todas las generaciones. Se recibió con mucha alegría y cariño, tanto por Castillo como por nosotros. ¡Parecía un abuelo con los nietos! Era un tipo muy jodón, muy divertido, y hubo una un vínculo muy afectuoso. Incluso fue al casamiento de Cucho e hicimos giras con él.
Era un momento donde estábamos bastante en boca de todos. Nos había invitado Mirtha Legrand, por ejemplo. Pero Mi vida loca fue un disco de un momento muy alto de nuestro desarrollo, porque tenía muchos hits. No sé si en el momento nos dimos cuenta que era tan fuerte. Es más, no nos sobraban canciones. ¡Eran las únicas que teníamos! Después grabamos el video con Guillermo Nimo, que fue una genialidad. Fue un disco muy muy importante.
-Hace poco, Donald contó que le dio mucha envidia que en esa época invitaran a Castillo, porque le hubiera encantado que lo llamaran.
-¡Yo lo re admiro a Donald! Lo digo de verdad. Es más de Donald que de Sandro.
–Mi vida loca también fue el primer disco que mezclaron en Estados Unidos.
-Sí. ¡Te imaginás lo que es para un grupo de músicos viajar por primera vez allá, toda toda una compañía apoyando! Y en la mezcla estuvo Gustavo Borner, un genio que ahora tiene montones de Grammys. Además, fue el primer disco donde empezamos a utilizar nuevas tecnologías digitales como ProTools, algo que ayuda mucho a un grupo bastante defectuoso musicalmente.
En vivo la gente te perdona cualquier cosa porque la ceremonia del show es mucho más fuerte que que el hecho de equivocarse. El disco está totalmente tocado en vivo, obviamente con sobregrabaciones, pero luego fue totalmente manipulado. Cucho, Nito y Gastón eran muy bolicheros y siempre querían que el grupo suene en las discotecas, sin que nuestra canción sonara peor que la anterior.
Número uno en México
Los Auténticos Decadentes tienen una larga relación con México, que se terminó convirtiendo en un país donde tienen un poder de convocatoria multitudinario, con entradas agotadas en inmensos estadios.
«Te diría que somos conocidos -explica Serrano- en todos los países de habla hispana, incluso la parte latina de Estados Unidos. A veces me entero a través de SADAIC que vienen derecho de autor de países como Israel o Albania, pero obviamente que si vamos ahí tocaremos para diez personas nomás. Sé que la mayoría del mundo no hispanoparlante no nos conoce, pero en prácticamente todo el resto nos conocen mucho. ¡Hace 38 años que tocamos! Si no nos conocen a esta altura…!»
-Cómo explicás la inmensa popularidad en México, donde rompen récords de público?
-Es un amor mutuo y anterior a llegar a México. Yo viví un tiempo en Estados Unidos y mis relaciones eran los latinos que estaban en Los Angeles. De ahí mi amor por la música, la comida y el humor mexicano. Nací en Estados Unidos y tengo pasaporte norteamericano, pero me autopercibo argentino. No tengo ningún pariente, vínculo ni nada con Estados Unidos.
Fui allá a trabajar unos dos años como aprendiz de electricista. Un día los Decadentes me dijeron “Che, Jorge, venite que vamos a grabar un disco”, entonces volví y les transmití esa pasión por lo mexicano, que era similar a lo que nos pasaba con la música tropical, la cumbia y la bailanta. ¡Nosotros queríamos llegar a las bailantas y a México!
-¿Y cómo fue la primera vez?
-Cuando llegamos al primer show, obviamente no nos conocía nadie, salvo un disquero llamado Pepe que vendía discos piratas nuestros y nos compró 15 entradas para que no se suspenda nuestro primer show. Hizo muchísimo por todos los grupos argentinos, porque tenía los discos y se los hacía escuchar a la gente.
Fuimos muchas veces a perder plata porque somos muchos y nos cuesta caro viajar. Pero a partir de ahí todo fue para arriba y hubo un amor mutuo. Hay algo de México que tiene mucho que ver con nosotros y se fue dando muy naturalmente, con mucho amor y durante mucho tiempo.
Rumbo al Cosquín Rock
El sábado 15 de febrero, Los Autenticos Decadentes tocará en la primera fecha del Cosquín Rock 2025. La banda puede tocar en festivales de rock o fiestas populares provinciales con igual éxito, algo que pocos pueden ostentar.
«Tocar en festivales y las fiestas provinciales -dice- es una de las cosas más lindas de la música, porque tenés a toda la familia y casi toda la gente de la ciudad. Además, muchas veces son gratuitos. Es un clima que me encanta y está bueno encontrarte con todos los compañeros de ruta. Nosotros tenemos el camarín más visitado del mundo, porque es el más alegre y divertido, así que vienen todos».
-Una vez tocaron en una carpa con el show unplugged.
-Sí, eso fue genial. Esa gira quizás fue la que más disfruté y más me gustó, porque hacíamos shows en teatros a las nueve de la noche, con buena acústica y el escenario siempre era el mismo, porque por primera vez tuvimos una escenografía que viajaba con nosotros. Estuvieras donde estuvieras, era como estar en casa.
Eso sí, los arreglos y los invitados lo viví con mucho estrés. ¡Me la paso puteando por dentro diciendo para qué me metí en esto! Siempre tengo que controlar el miedo escénico porque es mi peor enemigo. Pero bueno, también me obliga a sobreponerme a mis miedos.
-¿Qué más hay para este año?
-El 5 de marzo vamos a tocar en Mendoza con una Filarmónica en la Fiesta de la Cosecha que organiza el Fondo Vitivinícola Mendoza. La semana que viene empezamos con los ensayos, porque nunca hemos tocado con cuerdas, maderas y un director de orquesta.
¡No te imaginas lo que para mí! Es una hiper responsabilidad, pero me tengo que acordar que nuestro valor y potencia no es la precisión, sino el evento de la ceremonia. No soy un cantante lírico ni Plácido Domingo, que me pegaría una cachetada si me escucha. Pero si ve la respuesta de la gente seguro que no me pega.