La secretaria de Salud de la Municipalidad de la Capital, Fernanda Lagoria, manifestó su preocupación por la aparición de casos de desnutrición en niños y adolescentes, detectados en operativos de controles médicos en barrios capitalinos, escuelas y consultas al sistema de salud municipal. La funcionaria señaló que esto no sucedía “hace muchísimo tiempo” y atribuyó el fenómeno a la difícil situación social que atraviesan muchas familias.
“No alcanza. Están complicados comedores y merenderos. Se ha disminuido lo que la Nación antes bajaba presupuestariamente a las provincias. Nos afecta que nos hayan bajado el presupuesto de lo que corresponde a la Provincia”, dijo Lagoria. La disonancia entre lo que consignan los indicadores de la macroeconomía celebrados por el Gobierno nacional y las condiciones concretas de vida se hace cada vez más patente, mientras se tensa la pelea entre la Casa Rosada y los gobernadores por la distribución de los recursos fiscales.
La deserción nacional delegó en las administraciones provinciales la cobertura de múltiples funciones sin asignar los recursos materiales correspondientes. El énfasis por lo general se pone en la paralización de las obras públicas y su impacto sobre la actividad económica regional, o las dificultades para satisfacer las demandas salariales de la administración pública. Las declaraciones de Lagoria enfocan el impacto de la crisis sobre la alimentación. El municipio capitalino y el Gobierno de la Provincia, dijo la funcionaria, coordinan acciones para atender el problema con los recursos disponibles y evitar que se agrave.
La disonancia entre los indicadores de la macroeconomía y la situación concreta de muchas familias es cada vez más evidente. La disonancia entre los indicadores de la macroeconomía y la situación concreta de muchas familias es cada vez más evidente.
“No queremos volver a esa etapa en donde los niños, niñas o adultos, sobre todo los adultos mayores, están desnutridos, por lo que tienen más tendencia a adquirir enfermedades y con eso el riesgo de mortalidad aumenta. La idea es poder fortalecer el sistema de atención primaria de la salud y volver con todas las estrategias y las herramientas que tenemos a mano para poder evitar estas enfermedades. Tratar de volver a concientizarnos y hablar con los papás, mamás o adultos responsables sobre cómo utilizar de mejor manera el alimento que podamos tener en casa para nutrirnos mejor”, dijo en Ancasti Streaming.
“A medida que van siendo consultas recurrentes, tenemos que estar alertas e indagar un poquito más cómo es la dinámica familiar y también cómo se están alimentando nuestros niños en sus familias y de ahí poder evaluar también obviamente con el peso y talla, que es el parámetro inicial que nos va a dar más o menos la cuestión nutricional”, añadió.
El frente sanitario parece el más adecuado para anticiparse al problema, pero sin dudas se requerirá una coordinación con otras áreas. Los casos de desnutrición y bajo peso en niños y adolescentes saltaron en operativos diseñados para prevenir patologías y descomprimir la asistencia a los centros de salud, pero de ahí hay que abrir juego a las reparticiones específicamente dedicadas a la asistencia social o a las que tienen una estructura extendida, como el Ministerio de Educación.
«Hemos tomado la decisión, y la creo muy acertada, de salir todos juntos, unir esfuerzos y brindar lo que tenemos a nuestra disposición para poder incrementar la atención y poder llegar y dar solución. La idea de estos operativos es poder aunar fuerzas para recorrer todas las zonas donde hay mucha demanda y el acceso a los centros de salud es más escaso, buscando también descentralizar la demanda en los centros de salud”, explicó Lagoria.