sábado, 19 de julio de 2025 11:00
En una íntima y relajada charla en el programa Ángel Responde, que se emite por la plataforma de streaming El Bondi, Diego Leuco se abrió sobre su vínculo con Sofi Martínez y reveló detalles hasta ahora poco conocidos de una relación que, según confesó, dejó huellas profundas. Frente a las preguntas de Ángel de Brito y Julieta Argento, el periodista repasó la historia de un amor que tuvo idas y vueltas, y que finalmente terminó de apagarse.
“Estuvimos dos años y pico. Pre-pandemia nos habíamos visto un par de veces. Habíamos estado saliendo un tiempito, después nos separamos, después volvimos a estar, ya así como de novios y conviviendo y todo. Y después nos separamos ya hace un año… casi, casi dos años”, recordó Leuco con naturalidad, aunque admitió que el proceso de distanciamiento no fue inmediato ni sencillo: “Nos costó mucho como dejar de vernos. Y durante un montón de tiempo nos seguíamos viendo, ahora ya hace un tiempo que no”.
La pareja de periodistas fue una de las más queridas del ambiente durante su tiempo juntos, y su separación fue comentada en más de una oportunidad en programas de espectáculos. Consultado sobre cómo manejó los rumores que circularon en LAM, como los supuestos acercamientos de Sofi con Marcos Ginocchio o incluso con Lionel Messi, Leuco fue claro: “No, pero ya estábamos separados en ese momento”.
Lejos de los escándalos o las acusaciones, el periodista remarcó que la situación que vivieron no dista de lo que puede atravesar cualquier pareja: “¿Estábamos separados? Sí. ¿Se ven? Sí. Pero no me parece nada raro, ni distinto a lo que le pasa a cualquier pareja. La diferencia es que está LAM”.
Sobre los motivos del quiebre, evitó dar detalles puntuales, aunque dejó entrever que fue un proceso gradual: “Simplemente esos vínculos que se van disolviendo, se va apagando de a poco. Y te das cuenta que por ahí cosas que esperabas que ocurrieran de alguna manera no son así”.
En un tono introspectivo, Leuco también habló de su forma de ser en pareja. Cuando Ángel le preguntó si era celoso, respondió sin dudar: “No. No, no soy celoso”. Incluso fue más allá: “No soy tan celoso y si me agarra, no lo comunico”.