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Coraza de invierno para navegar en el esquife

Siempre es un desafío zarpar en invierno tripulando un kayak. Las aguas abiertas con el viento soplando, las olas salpicando y los débiles rayos del sol suponen un ambiente gélido. La naturaleza no perdona las improvisaciones y menos aún tripulando un esquife bajo donde el vuelco siempre esta a la vuelta de la esquina. No obstante, el ambiente desolado es una invitación a la aventura en la naturaleza y un imán para los kayakistas de travesía. 

Con bajas temperaturas es crucial emplear ropa adecuada para enfrentar los rigores del clima y así navegar seguros; recordemos siempre: el principal enemigo del remero es la hipotermia. Debemos tener presente que el frío continuo merma nuestra capacidad de toma de decisiones y limita la respuesta física. 
Y las discusiones sobre qué ponernos resultan entretenidas y eternas: algunos eligen los costosos trajes secos de Gore-Tex, otros el tradicional neoprene en todas sus variantes y muchos combinan chaquetas de agua con pantalones impermeables. Antes que nada analizaremos el lugar donde pensamos remar, porque no es lo mismo hacerlo en las aguas templadas del Delta que en los ríos misioneros o en los lagos patagónicos. 

Nuestro Delta y adyacencias

En zonas templadas podemos emplear chaquetas impermeables semisecas o del tipo de pesca, ya que el riesgo de caer al agua no implica necesariamente un problema serio. Son muchos los que eligen chaquetas específicas de kayak con puños de neoprene, tanto de manga larga como corta.

Hay de diversas calidades: las de Gore-Tex son las más cómodas pero también son costosas. En cambio, en aguas frías ya sea del litoral marítimo o de la Patagonia se imponen el traje seco y –en su defecto– los trajes de neoprene de 4/6 mm de espesor. Claro que lo ideal sería probar ambos equipos para determinar cuál se adapta mejor a nuestra modalidad de canotaje. No es lo mismo una larga travesía con muchas horas de remo que una salida del tipo dominguera o de paseo que realizan otros aficionados.

Abrigo por capas

El abrigo por capas es el más indicado cuando remamos en aguas templadas, que por otra parte son la gran mayoría de nuestro país. Es decir, emplearemos una primera capa que va sobre la piel y que normalmente es de tejido sintético. Su función es sacar la transpiración de la dermis y secarse rápido. Muchas marcas deportivas tienen este tipo de remeras a las que denominan Dryfit, Clima Cool o Capilene, todas ellas de secado rápido. 
Luego tenemos una segunda capa de abrigo, que normalmente es un chaleco o buzo de polar, y que nos mantiene calientes. Por último, emplearemos como capa externa algún tipo de chaqueta que sea impermeable y que además frene el viento. 

Hay un enorme abanico de opciones en cuanto a este tipo de indumentaria impermeable, que puede ser específicas para kayaks –con puños y cintura de neoprene– aunque también se pueden emplear camperas livianas del tipo de las que se usan en montañismo. 
Lo ideal sería elegir algún tipo de campera respirable con membrana Gore-Tex o similar, ya que permite la salida del sudor. Claro que también hay que tener en cuenta los valores, porque algunas son excesivamente onerosas. Pero en ropa técnica no hay que escatimar: lo que cuesta, vale, y eso se valora cuando la cosa se pone complicada.
Jamás emplearemos ropa de algodón para las capas interiores porque tiende a humedecerse y nos quita calor. Como principio básico, al hacer deporte en zonas frías prescindiremos de la ropa de algodón. 

Otro error bastante común de los aficionados es abrigarse en demasía. Lo más indicado es emplear la menor cantidad de ropa posible para evitar sudar excesivamente. También hay aficionados que usan trajes enterizos de neoprene de 2 y 3 mm en invierno en aguas templadas. Si bien no es la mejor opción, cumple con las expectativas de una remada de día, aunque la gran contra es que retiene el sudor y –por consiguiente– tiende a enfriar el cuerpo con el paso de las horas.

El traje seco y el de neoprene

El traje seco es –por lejos– la mejor opción para remar sobre un kayak. De esto no hay duda. Básicamente, es un traje enterizo de tela impermeable y respirable (debería poseer membrana Gore-Tex o similar), que tanto en cuello y puños tiene cierres herméticos de látex o neoprene. Combinados con ropa interior térmica son abrigados, funcionales y muy cómodos, se disfruta usarlos ya que no restringen los movimientos. Por otro lado, son muy seguros en caso de caída al agua y resultan la solución ideal para una travesía en zonas frías. Pero tienen dos desventajas: primero que resultan onerosos para nuestra economía. Por ejemplo, un traje seco de primera marca estadounidense (como el Kokatat) ronda entre los U$S 900 a 1.200. 

La segunda es que tienen una vida útil relativamente corta y hay que cuidarlos en las prácticas o maniobras –como la de reingreso o en la faena de campamento– porque se desgarran con relativa facilidad. También hay opciones de chaquetas impermeables combinadas con pantalones a prueba de agua. Por lo general, son más económicos y también cumplen sobradamente la función. Otra opción de chaquetas secas es la nacional, muy bien construidas y de menor costo en comparación, aunque siempre hay que verificar que sean respirables, porque de lo contrario condensarán el sudor y terminan empapándonos.
La opción del neoprene sigue vigente, como una alternativa más económica de vestimenta. Generalmente, se emplea un jardinero de 4 a 6 mm de espesor combinado con una chaqueta de 3 o 4 mm. Es seguro en caso de caída al agua, aunque es incómodo en remadas largas porque restringe el movimiento, además son difíciles de secar en una travesía de varios días. Aún así, fue lo que se usó por décadas –y se sigue usando– con resultados bastante aceptables. 
Se debe dejar en claro que jamás emplearemos los waders de neoprene sobre una embarcación a remo, ya que en caso de caída al agua estos se llenan de lÍquido y pueden ponernos en un serio riesgo de ahogamiento. 
Por último, en las remadas invernales conviene navegar con compañeros para ampliar nuestro margen de seguridad en caso de vuelco: un palista solitario que vuelca su kayak es aguas frías puede encontrarse en cuestión de minutos en una situación de supervivencia.

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