viernes, 25 de julio de 2025 20:50
La empresa textil Coteca, dedicada durante años a la producción de hilos, cerró oficialmente sus puertas dejando a 60 trabajadores en la calle. El golpe fue certero y sin margen de negociación: “Ya ahora, a partir de las nueve y media de la mañana, empezamos a firmar los papeles como desempleados”, relató uno de los empleados tras conocer la noticia.
Aunque los rumores sobre el cierre circulaban desde hacía días, la confirmación llegó sin alternativas reales. “Fuimos al ministerio, y nos dijeron que firmemos porque no había otra”, explicaron los trabajadores, quienes también pusieron en duda si hubo gestiones reales por parte de las autoridades.
La empresa ofreció una liquidación en cuotas —entre cuatro y nueve—, que no conformó a los empleados. “Dicen que serían entre un millón seiscientos y dos millones por cuota, pero el primer pago recién sería a partir del 15”, contaron con incertidumbre.
El predio donde funcionaba Coteca también alberga a otra firma del mismo grupo: Bullpack, que aún sigue operando, aunque con pocas tareas relacionadas con la producción de bolsas para la minería. Esa diferencia alimentó aún más el malestar, ya que algunos trabajadores ligados al gremio fueron reubicados, mientras que el resto quedó afuera. “El gremio aseguró lo de ellos, y después ya no pasó más nada”, denunciaron.
Los trabajadores también se sintieron desinformados sobre los programas estatales de ayuda. “No nos dijeron nada del Programa de Emergencia Textil. En el ministerio, cuando fuimos, no confirmaron nada”, afirmaron, agregando que desde el lunes ya se los había excluido “de todo lo que es textil”.
Hubo un intento de diálogo con funcionarios en el CAPE, donde los despedidos pidieron ser considerados para nuevos emprendimientos. “Somos mano de obra calificada”, argumentaron, aunque reconocen que la reinserción laboral es complicada, especialmente para los de mayor edad.
“El problema es que todo lo que nos van a pagar alcanza solo para las deudas. Muchos veníamos sacando préstamos hasta el mes pasado. De un día para el otro nos dejaron afuera sin avisar, y ahora estamos mal parados”, lamentó uno de ellos.
El cierre de Coteca no solo implica una pérdida laboral, sino también el fin de un capítulo industrial en Catamarca. Sin certezas, sin ingresos inmediatos y con un futuro oscuro, los trabajadores de Coteca enfrentan uno de los momentos más difíciles de sus vidas. “Lamentablemente, estamos desempleados”, resumió, con crudeza, uno de los tantos damnificados.