El papa León XIV renovó su llamado para que Israel permita la entrada de ayuda en Gaza

Desde Roma, el papa León XIV volvió a alzar la voz este domingo frente al conflicto en Medio Oriente y, desde la ventana del Palacio Apostólico en el Vaticano, advirtió que la población civil de Gaza está “aplastada por el hambre” y “expuesta a la violencia y la muerte”. Ante miles de fieles congregados en la Plaza San Pedro para el rezo dominical del Ángelus, el pontífice renovó su llamado a un alto el fuego inmediato y reiteró su pedido para que se respete el derecho internacional humanitario. También exigió que se permita el ingreso de ayuda a la Franja de Gaza, asediada desde hace meses por las tropas israelíes.

“Es una grave situación humanitaria en Gaza, donde la población civil está aplastada por el hambre y continúa expuesta a la violencia y la muerte”, expresó León XIV, en un tono severo pero conciliador. Además, instó a la liberación de los rehenes israelíes secuestrados por Hamas durante el ataque del 7 de octubre de 2023. El líder de la Iglesia Católica extendió su mensaje a otros conflictos activos en el mundo. “Mi corazón está con todos los que sufren la violencia y los conflictos, desde Gaza hasta Siria, pasando por la frontera entre Tailandia y Camboya”, señaló. En su alocución, hizo hincapié en el drama de las personas desplazadas, en especial niños y mujeres. “Todo ser humano tiene una dignidad intrínseca que le ha sido conferida por Dios mismo. Es necesario negociar un futuro de paz y rechazar todo lo que pueda dañarlo”, exhortó.

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También elevó una plegaria por las víctimas inocentes de todos los conflictos y por quienes tienen en sus manos el poder de frenarlos: “Encomiendo a María, Reina de la Paz, a las víctimas de los conflictos y a los gobernantes que pueden ponerles fin”.

Un saludo especial para los jóvenes del Jubileo

Antes de retirarse, León XIV saludó “con particular afecto” a los jóvenes que están llegando a Roma para participar del Jubileo de los Jóvenes, que se desarrollará del 28 de julio al 3 de agosto. El Papa deseó que esta peregrinación “sea una ocasión para encontrar a Cristo y ser por Él fortalecidos en la fe y en el compromiso de seguirlo con coherencia”.