En Uruguay, el debate sobre un impuesto supuestamente «a los ricos», ha cobrado relevancia recientemente, especialmente tras la propuesta del PIT–CNT (central sindical frenteamplista) de gravar con un 1% «al 1% más rico de la población», para presuntamente «combatir la pobreza infantil».
Esta iniciativa fue presentada por la burocracia sindical en el acto del Día de los Trabajadores el 1° de mayo de 2025, y ha generado apoyo en sectores del Frente Amplio.
Yamandú Orsi y el ministro de Economía, Gabriel Oddone, han reiterado que no planean implementar nuevos impuestos.
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Estatistas quieren recaudar más
Sin embargo, los sectores de la izquierda ultra radical, que son los que dominan en el gobierno de Orsi, insisten en aumentar la carga impositiva de los uruguayos, que ya de por sí es altísima.
El verdadero objetivo no es gravar a los más ricos, sino aumentar impuestos a la clase media y a los sectores productivos.
Siempre que se van a poner impuestos la excusa es la misma, que paguen «los que más tienen», y lo producido con lo recaudado del nuevo tributo será a favor «de los pobres, «de los trabajadores sumergidos», «de los niños vulnerables», y otras excusas que Uruguay ya ha escuchado millones de veces.
El impuestazo propuesto
Lo que verdaderamente proponen Oscar Andrade, Constanza Moreira y el también senador Gustavo González del Partido Socialista, es castigar al sector productivo, a la pequeña y mediana industria.
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Pretenden que pague más que el pequeño comercio, que pague más el asalariado que tiene un sueldo digno, y con esto seguir cargando sobre los hombros de los uruguayos el gigantesco costo del Estado.
Es mentira que quieren gravar a los más ricos. Quieren tener dinero en sus manos para gastar y malgastar a su antojo, para hacer negocios sucios, y para aumentar el aparato del Estado y seguir colocando en puestos públicos a familiares, amigos, amantes y correligionarios.
Como queda muy mal decir que quieren simplemente aumentar impuestos, se disfraza la propuesta diciendo que «quienes pagarán más serán los ricos», totalmente falso.
La propuesta consiste en un aumento impositivo a los sectores del trabajo, asalariados y empleadores, para que los políticos de la ultra izquierda radical tengan más dinero en sus manos.
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Receta fracasada
Es la misma receta fracasada de toda la vida. El viejo socialismo estatista y empobrecedor que castiga a quienes trabajan, y quieren salir adelante para aumentar la burocracia estatal, y que sean los políticos quienes dispongan del dinero de la gente.
Andrade, Moreira y González, son fieles representantes del mega estatismo empobrecedor.
Lo que se les ocurre es aumentar la carga impositiva de la sociedad, recaudar con una agresiva voracidad fiscal, pero jamás proponen mejorar la gestión del gasto público y optimizar los recursos.
La única propuesta que tienen es aumentar la carga tributaria, para que el Estado recaude más y malgaste más.
Nada nuevo bajo el sol. Más impuestos a trabajadores y pequeños comerciantes e industriales, y más políticos estatistas derrochando el dinero de los contribuyentes.