Tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, las políticas migratorias son cada vez más estrictas. Una de las medidas que tomó el mandatario poco después de asumir fue la eliminación de los “lugares sensibles”, como colegios, hospitales e iglesias, donde los agentes del ICE tenían restricciones para operar. En línea con este nuevo enfoque, la Junta Estatal de Educación de Oklahoma aprobó una propuesta para exigir una prueba del estatus migratorio de los estudiantes al momento de inscribirlos en escuelas públicas del estado.
Si bien la medida todavía no entró en vigor, ya que necesita la aprobación de la Legislatura estatal y del gobernador John Kevin Stitt, generó un intenso debate y protestas en la comunidad.
Según informó la agencia The Associated Press, la norma aprobada días atrás exige que los padres o tutores presenten documentos, como un certificado de nacimiento en Estados Unidos, pasaporte estadounidense, informe consular de nacimiento en el extranjero, tarjeta de residente permanente u otro documento legal para inscribir a sus hijos en las escuelas públicas del estado.
La medida no impide la inscripción de estudiantes sin estatus migratorio, pero los distritos estarán obligados a contabilizar y reportar la cantidad de alumnos sin documentación migratoria comprobada al Departamento de Educación del Estado de Oklahoma.
El superintendente estatal de educación, Ryan Walters, argumentó que la norma apunta a recopilar información. “Nuestra norma en torno a la contabilidad de la inmigración ilegal es simplemente eso. Es para contabilizar cuántos estudiantes hijos de migrantes ilegales hay en nuestras escuelas”, declaró.
Walters afirmó que el objetivo de la medida es recopilar información de la población migrante en los colegios públicos del estado, pero también ratificó que apoya a Donald Trump en su avanzada para hacer cumplir las normas contra la inmigración ilegal. En este sentido, aclaró que “si un agente de la ley viene y pide información, estamos obligados por ley a proporcionarla”.
Según datos del Instituto de Política Migratoria, Oklahoma cuenta con aproximadamente 90.000 residentes sin estatus legal, incluidos unos 6000 niños en edad escolar.
La medida, que todavía debe ser aprobada por el gobernador y la Legislatura estatal para entrar en vigor, provocó un fuerte rechazo en la comunidad. Cientos de manifestantes protestaron frente al edificio administrativo de la Junta durante la votación para expresar su repudio a la norma.
El representante Arturo Alonso-Sandoval, demócrata que representa una zona de Oklahoma City con gran población hispana, indicó que la comunidad está preocupada y teme por las redadas masivas.
“En las conversaciones que he tenido con los padres, surge que todo lo que están haciendo es tratar de proporcionar una mejor oportunidad a sus hijos, como cualquier padre. Y están empezando a preguntarse: ‘¿Debo dar de baja a mi hijo de la escuela?’”, dijo el legislador.
Por su parte, Javier Terrazas, residente de Oklahoma City y padre de una estudiante de primaria, le contó a Associaed Press que nota el temor de las familias de los alumnos. “Ver las caras de los padres, la mirada de miedo cuando voy a recoger a mi hija… Nunca había visto eso”, relató.