Aunque el tribunal resolvió una de las disputas, una falta procesal de la Junta bonaerense frenó la decisión más urgente sobre el voto en la provincia.
En un punto favorable para el oficialismo, la CNE en la provincia de Buenos Aires. De esta manera, asume la primera posición en la lista tras la renuncia de José Luis Espert y la breve ubicación de Karen Reichardt como cabeza de nómina.
La Cámara, sin embargo, no pudo expedirse sobre la apelación presentada por el Gobierno contra el fallo que prohibió la reimpresión de 14 millones de Boletas Únicas de Papel (BUN), que debían modificarse para eliminar la imagen de Espert.
La CNE detectó una falta procesal grave por parte de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires: antes de apelar la prohibición, la Junta no notificó ni consultó al resto de los partidos políticos involucrados.
Ante este error, la Cámara —con el juez Bejas a la cabeza— habilitó días y horas inhábiles dada la urgencia del caso, pero devolvió el expediente a la Junta Electoral bonaerense. El tribunal fue enfático al ordenar que se subsane el error, ya que no se habían cumplido los «traslados correspondientes a las partes».
La CNE recordó que este tema es una «cuestión de orden público» que afecta a todas las fuerzas del distrito y al proceso electoral en general. Por ello, es imperativo garantizar el principio de bilateralidad y el derecho de defensa (artículo 18 de la Constitución Nacional).
En términos sencillos: la Cámara no puede resolver si reimprimir o no las boletas hasta que todos los partidos sean notificados y tengan la oportunidad de responder. La CNE advirtió que cualquier decisión tomada sin cumplir este paso podría ser declarada nula por violar garantías constitucionales.
Una vez subsanado el trámite, el expediente deberá volver a la CNE con un dictamen fiscal urgente.