Las principales actividades religiosas tendrán lugar en la Catedral Basílica y Santuario de la Virgen del Valle, con misas el sábado 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, a las 7.00, 9.00, 19.00 y 21.00. El domingo 2, en la Conmemoración de los Fieles Difuntos, se oficiarán misas a las 8.00, 10.00, 11.00, 19.00 y 21.00, pidiendo especialmente por las almas de los fallecidos. En el Santuario de la Gruta de la Virgen del Valle, se vivirá una jornada de oración y adoración eucarística, con la visita de la reliquia de Mama Antula, culminando con misas y un responso solemne en el cinerario.
En el Cementerio Municipal de la Capital, las celebraciones comenzarán el domingo a las 7.30 con la apertura de la capilla para intenciones, seguidas de misas y rosarios presididos por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč. Parroquias de la capital como Santa Rosa de Lima, Espíritu Santo, San Roque, Sagrada Familia, San Pío X y San Nicolás de Bari, entre otras, ofrecerán misas durante ambos días. En el interior, localidades como Valle Viejo, Villa Dolores, Piedra Blanca, Chumbicha, Paclín, Belén, Tinogasta, Fiambalá y Pomán también tendrán sus propias celebraciones en templos y cementerios.
Cada parroquia adaptará sus horarios y espacios para permitir que los fieles puedan rendir homenaje a sus seres queridos. En muchos lugares se invita a llevar hojitas con nombres de difuntos, botellas de agua para las bendiciones o mesitas con manteles para participar de las misas en los cementerios. La tradición del Santo Rosario antes de las celebraciones también se mantiene viva, reforzando el espíritu comunitario y de oración que caracteriza estas fechas.
La Diócesis de Catamarca vivirá este 1 y 2 de noviembre en un clima de recogimiento y esperanza cristiana, en el marco del Año Jubilar. Desde el Obispado se invita a todas las familias a participar con devoción en las actividades litúrgicas, recordando que la solemnidad de Todos los Santos celebra la santidad universal, mientras que la conmemoración de los fieles difuntos honra la memoria de quienes ya partieron hacia la casa del Padre.