Hasta ahora, Uber funcionaba en el Valle Central sin un marco normativo específico. Los requisitos para los conductores dependían exclusivamente de la plataforma y, en la práctica, eran más flexibles: licencia común categoría B, seguro tradicional del vehículo, un certificado de antecedentes nacional y la verificación técnica solo si correspondía por normativa provincial.
Con la ordenanza aprobada este jueves, ese escenario cambia drásticamente para Uber y el resto de aplicaciones que desembarquen en la ciudad. La municipalidad de la Capital fijó obligaciones claras, controles obligatorios y sanciones propias para quienes trabajen en el Servicio de Transporte Urbano de Pasajeros mediante Plataformas Digitales (STUP).
A continuación, las claves de lo que ahora se exige.
1. Licencia profesional: el cambio más fuerte
La nueva normativa establece que los conductores deben contar con licencia categoría D.1, la misma que se exige a choferes profesionales.
Esto implica:
- Capacitación en normativa vial.
- Formación en seguridad y convivencia en la vía pública.
- Conocimientos básicos de primeros auxilios.
La ordenanza otorga un plazo de 180 días, prorrogable por 90 más, para la obtención de esta licencia.
2. Seguro especial con cobertura para transporte de pasajeros
Ya no alcanza con un seguro automotor común. Los conductores deberán presentar una póliza que cubra explícitamente la actividad de transporte de pasajeros, incluyendo responsabilidad civil frente a terceros y ocupantes.
3. RTO obligatoria y controles de seguridad
La ordenanza exige que todos los vehículos afectados al servicio tengan la Revisión Técnica Obligatoria (RTO) vigente, sin excepciones. Además, los autos deben reunir condiciones de seguridad y confort:
- Cuatro puertas.
- Aire acondicionado.
- Airbags delanteros.
- Cinturones en todas las plazas.
- Antigüedad máxima de 10 años.
4. Certificados de antecedentes más estrictos
Mientras que Uber solo solicitaba el certificado nacional, la normativa municipal exige:
- Certificado de antecedentes nacionales.
- Certificado de antecedentes provinciales.
Ambos sin causas ni condenas pendientes.
5. Inscripción en el nuevo Registro Municipal
Se crea el Registro Municipal del STUP, donde todos los conductores deberán inscribirse para poder trabajar. La inscripción incluye presentar:
- DNI.
- Licencia profesional.
- Seguro especial.
- RTO.
- Título del vehículo.
- Documentación del automotor.
- Fotografía del vehículo.
- Domicilio legal y electrónico en la Capital.
Antes, no existía ningún registro local: el único control era interno de la plataforma.
¿La inscripción en el registro tendrá algún costo? Al menos, del análisis del texto de la ordenanza no surge ningún monto ni se menciona algún arancel.
6. Límites de horas de conducción
Por primera vez se fija un tope legal a la jornada de los conductores:
- Máximo 8 horas corridas, o
- 12 horas fraccionadas por día.
Las empresas tendrán la obligación de administrar la asignación de viajes para evitar que un conductor exceda esos límites. Actualmente, el sistema de Uber permite conducir hasta un máximo de 12 horas seguidas, después de lo cual la aplicación te desconectará automáticamente por 6 horas consecutivas.
7. Documentación obligatoria durante el servicio
El conductor deberá portar siempre, en formato papel o digital:
- Póliza de seguro vigente y recibo de pago.
- Título o cédula del vehículo.
- Constancia de RTO.
- Licencia profesional.
8. Conductas prohibidas
La ordenanza incorpora prohibiciones específicas que no formaban parte de las reglas de Uber:
- Cargar combustible con pasajeros.
- Aceptar viajes desde aplicaciones no habilitadas.
- Trabajar si el vehículo no reúne condiciones de seguridad.
- Trato descortés o agresivo hacia pasajeros, terceros o autoridades.
9. Un nuevo régimen de sanciones
A diferencia del esquema previo —donde solo la app podía desactivar cuentas—, ahora el municipio podrá aplicar sanciones.
Los conductores podrán recibir multas de 50 a 600 UM por incumplimientos vinculados a documentación, seguros, horarios, condiciones del vehículo o conducta.
Un sistema más exigente, con nuevos desafíos
Con la nueva ordenanza, el transporte por aplicaciones ingresa en una etapa formalizada: deja de depender únicamente de las condiciones que imponía la empresa y pasa a estar regulado como un servicio privado de interés público, sujeto a control estatal.
Para los conductores, esto significa más obligaciones, más controles y nuevas inversiones (licencia profesional, seguros, RTO), pero también un marco de mayor seguridad jurídica para operar dentro de la ciudad.
