La cantidad de expulsados de la Unión Cívica Radical catamarqueña expresa no solo la profundidad de la crisis partidaria. Si se tiene en cuenta que un número muy exiguo de los 40 afiliados alcanzados por la purga por integrar listas de otras fuerzas consiguieron efectivamente ser electos, todos amparados por el sello de La Libertad Avanza, al dato de que el radicalismo no logró contener a una corriente muy voluminosa de feligreses se suma el de la intrascendencia electoral de la mayor parte de los fugados.
El fracaso de las tratativas entre las innumerables tribus boinablancas para intentar restaurar la consistencia del partido derivó en la pérdida de autoridad política para articular en un frente común a los sectores del malogrado Juntos por el Cambio refractarios a LLA, y de ahí en una derrota que afectó a todos pero es particularmente gravosa para la UCR: la representación de la “orgánica” en la Cámara de Diputados quedó reducida a dos bancas, en el Concejo Deliberante capitalino desapareció.
Falló la estrategia, por los motivos que sean, pero lo más inquietante para el partido que supo gobernar la Provincia durante 20 años es la carencia de figuras con posibilidades de proyectarse. El senador Flavio Fama quedó adentro, podría ser una, pero sus alfiles jugaron decididamente con los libertarios y tienen rancho aparte en la Cámara baja. El rector de la UNCA, Oscar Arellano, está en gateras.
Limpiar el padrón partidario de desertores tal vez sea razonable –en definitiva se fueron solos-, pero de ningún modo alcanza siquiera para comenzar a remontar la decadencia ¿Quién o quiénes liderarán un proceso de recuperación?
Que el peronismo se impusiera en las urnas era previsible, pero el dato más interesante de la elección es que limpió el campo opositor. Los radicales “peluca” podrán ser reos de traición, pero lo cierto es que los puestos legislativos que obtuvieron les proporcionarán la visibilidad necesaria para continuar la faena de vaciamiento dirigencial, potenciada por la expectativa en torno al proyecto nacional libertario.
El radicalismo expulsó a 40 afiliados por integrar listas de candidatos de otras fuerzas en las últimas elecciones. El radicalismo expulsó a 40 afiliados por integrar listas de candidatos de otras fuerzas en las últimas elecciones.
En ese universo se recortan el ex diputado nacional Francisco Monti y el diputado provincial Tiago Puente. Ambos participan con intensidad del debate público y esgrimen posiciones durísimas en contra del Gobierno provincial. Es indudable que buscarán posicionarse desde la arena legislativa para tomar casilleros protagónicos en la oferta libertaria para las gubernamentales de 2027, favorecidos por el hecho de que en las filas de La Libertad Avanza no abundan dirigentes con una instalación semejante a la suya.
Purgada la UCR de disidentes ¿qué harán sus autoridades para evitar nuevas fugas? Las expectativas en que se produzca una recuperación del radicalismo son prácticamente nulas.
En este sentido, hay un detalle de la purga indicativo: fue ejecutada con una discreción que cualquiera podría considerar culposa. Se elevó una nota al Juzgado Federal para que proceda a las desafiliaciones automáticas en base a lo que ordena la Carta Orgánica partidaria, sin darle difusión.
La conducción de la UCR despojó así de sentido político a la decisión, para convertirla en un mero trámite burocrático. ¿Por qué? Tampoco se han ofrecido explicaciones al respecto. Pobre Alem: es como si se hubiera pretendido que se rompa, pero que no se note.
El artículo 8 de la Carta Orgánica podrá ser claro, pero una purga de semejante magnitud ameritaba argumentos políticos adicionales, sobre todo si se tiene en cuenta que una gran cantidad de los afectados integraron listas que no eran La Libertad Avanza. Es decir: compitieron con los radicales, pero también con los libertarios.
El formato de las expulsiones habilita interrogantes sobre la vocación de los administradores de la “orgánica”: ¿busca sumarse a la pelea por el poder o sólo repartirse los cargos que le correspondan por ser un actor menor del litigio político?
