domingo, 28 de diciembre de 2025 14:00
La Navidad, esa fecha sagrada para Susana Giménez, terminó convertida en una postal de enojo y decepción. Lejos de la clásica mesa familiar en La Mary, la diva pasó las fiestas con una ausencia que le dolió más de la cuenta, la de su nieta Lucía Celasco. Según revelaron en A la Tarde (América TV), la conductora no habría tomado nada bien que la joven eligiera viajar a Nueva York con su novio, el futbolista xeneize Nicolás Figal, en lugar de compartir la noche con su abuela.
Como cada año, Susana había organizado una celebración íntima en Punta del Este, con un grupo reducido de afectos. Pero algo no salió como esperaba. “Todos estaban invitados y hubo que llamar a alguien a último momento porque Lucía no vino”, contó Gustavo Descalzi, dejando en claro que la ausencia fue un golpe directo al corazón de la diva.
El enojo no fue sólo por el faltazo, sino por lo que representó. “A Susana no le cayó nada bien que Lucía priorizara el viaje”, aseguraron en el programa, remarcando que la conductora vive la Navidad como un ritual familiar innegociable. Para ella, no se trata de una fecha más, sino de un momento cargado de valor emocional.
Mientras tanto, del otro lado del mundo, Celasco y Figal compartían imágenes románticas desde Nueva York. Postales bajo la nieve, luces navideñas y gestos de amor que confirmaron el gran momento de la pareja. Una felicidad que contrastó fuerte con el clima tenso que se respiraba en La Mary.
Otro detalle no menor habría aumentado la bronca de Giménez: Nicolás no estaba invitado a la cena. “Susana quería una Navidad solo con íntimos”, explicó Descalzi, dando a entender que el vínculo de su nieta aún no termina de convencer a la diva ni a su entorno más cercano.
Además, en A la Tarde deslizaron un dato incómodo: las fechas del romance no cerrarían del todo. Según contaron, el futbolista habría estado en pareja cuando comenzó a verse con Lucía, algo que habría encendido las alarmas de Susana. “Ella siente que tiene que cuidarla”, aseguraron.
“No es la primera vez que se habla de cierta distancia entre Susana y su nieta”, remarcaron al aire. Las diferencias de estilo de vida y prioridades vienen de arrastre, pero esta Navidad las dejó expuestas como nunca. Pero algo quedó claro, a la histórica conductora de Telefe no le gustó nada el desplante y el conflicto familiar promete no terminar acá.
