Argentina mantiene precios elevados en comparación con otros países, especialmente en autos, electrodomésticos, indumentaria y calzado, de acuerdo con un estudio de la Fundación Mediterránea–IERAL. Si bien en los últimos meses de 2025 se observó una leve mejora en competitividad, el país continúa ubicado entre los más caros del mundo en varios rubros clave.
El informe, elaborado por los economistas Marcelo Capello y Federico Belich, analizó los precios locales de bienes y servicios durante diciembre de 2025 y los comparó con mediciones previas del mismo año y con valores internacionales, en un contexto de desinflación, apertura comercial y cambios en el régimen cambiario.
Tipo de cambio y competitividad: una mejora parcial
Según el estudio, el tipo de cambio real multilateral se ubicó en diciembre en $1.439, lo que representa un nivel casi 20% inferior al promedio histórico de los últimos 25 años. Aunque esto implica una mejora respecto de períodos recientes, Argentina sigue operando con un tipo de cambio menos competitivo que su media de largo plazo.
Los investigadores señalaron que, históricamente, más de la mitad del tiempo la economía argentina funcionó con un tipo de cambio real por debajo de ese promedio, lo que condiciona la competitividad de los precios internos frente al exterior.
Como referencia adicional, el informe utilizó el índice Big Mac. En enero de 2025, la hamburguesa costaba en Argentina unos 7 dólares, uno de los valores más altos del mundo, solo por debajo de Suiza. Meses después, tras ajustes cambiarios, el precio descendió a 5,1 dólares, ubicando al país en un nivel intermedio, similar al de Australia y por encima de Brasil.
Alimentos: precios intermedios y ventajas productivas
En el análisis de alimentos y bebidas, Argentina resultó más cara en el 39% de los productos comparados. Brasil mostró precios inferiores en casi todos los ítems, mientras que China presentó valores más bajos en la mayoría de los casos.
Sin embargo, productos como la carne bovina, las papas y algunos lácteos mantienen precios relativamente competitivos, en parte por la productividad del sector agropecuario y la incidencia de derechos de exportación. En contraste, el agua mineral figura entre los artículos más caros.
Bienes durables e indumentaria: el mayor problema
El mayor desfasaje se observa en bienes durables, ropa y calzado, donde Argentina fue el país más caro en el 81% de los productos relevados. Electrodomésticos, autos, zapatillas y prendas de vestir registran precios significativamente superiores a los de otros mercados.
Según el informe, esta situación se explica por la combinación de alta carga impositiva interna, derechos de importación y restricciones comerciales, que encarecen los valores finales al consumidor, aun tratándose de bienes que deberían tener precios similares a nivel internacional.
En servicios personales y familiares, Argentina aparece como más cara en el 32% de los casos, una proporción menor que en bienes durables. Restaurantes y algunos consumos recreativos muestran precios elevados, mientras que el transporte urbano, el combustible y ciertas cuotas de servicios resultan más accesibles, en parte por la presencia de subsidios.
El estudio concluye que Argentina sigue siendo un país caro en dólares, especialmente en productos industriales y de consumo durable. No obstante, durante los últimos meses de 2025 se registró una leve mejora en competitividad, con una reducción de la brecha de precios frente a otros países, particularmente en alimentos y servicios.
