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El desafío de Luis Caputo para mantener el precio del dólar bajo control, sin usar los fondos el FMI

El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del Presidente Javier Milei para preaprobar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) enciende las repercusiones entre los economistas respecto a qué puede pasar con el precio del dólar. Sobre todo, cómo podrá el Gobierno controlar al mercado cambiario si el organismo internacional no le «permite» usar esas divisas.

La primera reacción del mercado ante esta información, fue una leve baja de 5 pesos del precio del dólar blue, que cerró a $1.220; mientras que el billete bursátil tuvo una pequeña suba, para acercarse, en el caso del MEP, a los $1.229.

Y el impacto más claro fue en el mercado de futuros y opciones del Matba-Rofex, donde en todos los períodos negociados se registraron bajas en las cotizaciones esperadas. 

De hecho, para fines de diciembre que viene, se negoció un tipo de cambio mayorista de $1.316, precio que representó una baja de 7 pesos respecto a la rueda previa.

Igualmente, es un valor que se ubica por encima del promedio pronosticado en el reciente Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publicó este lunes el Banco Central, en el que realizó un relevamiento entre 40 economistas, y donde se estima que el dólar mayorista finalizará diciembre en $1.175.

A pesar de estos datos, lo concreto es que todavía se conocen pocos detalles respecto a cómo será el acuerdo que se alcanzará con el FMI, algo que es vital para saber con precisión que margen de maniobra tiene el oficialismo para controlar al dólar. Por lo pronto, el propio Milei indicó que el objetivo es «sanear el Banco Central para terminar con la inflación».

De hecho, en el DNU publicado en el Boletín Oficial, se indica que el programa permitirá cancelar Letras intransferibles en dólares estadounidenses en poder del BCRA, priorizando aquellas con vencimiento más próximo; u obligaciones derivadas del Programa de Facilidades Extendidas firmado en 2022, cuyos vencimientos operen dentro de los próximos cuatro años. 

En base a este escenario, un informe de Adcap confeccionado por Eduardo Levy Yeyati y equipo, detalló que el servicio de deuda con el FMI entre 2025 y 2028, incluyendo el pago de 2024, asciende a aproximadamente a u$s21.000 millones: u$s12.000 millones de capital y u$s9.000 millones de intereses. 

«La ausencia de un acuerdo a nivel del Staff sugiere que las negociaciones aún están en curso. La publicación del DNU indica la urgencia del Gobierno por avanzar en las conversaciones», indican desde Adcap.

Para agregar que un posible escenario es que el programa cubra los próximos 4,5 años de pagos de servicio de la deuda del acuerdo de 2022, y que «es probable que una parte significativa del nuevo programa (el pagos de intereses) se desembolse por adelantado. Estos fondos podrían utilizarse para recomprar Letras Intransferibles (deuda del Gobierno en manos del Banco Central), lo que en última instancia financiaría los pagos de intereses del programa de 2022. De ser así, la deuda bruta del Gobierno disminuiría», indica el escrito de Levy Yeyati y equipo.

Dólar y control cambiario: qué pasará tras el DNU del acuerdo con el FMI

Mientras se define la «letra chica» del acuerdo del Gobierno con el FMI, la pregunta que surge es qué pasará con el dólar y cómo hará el Gobierno para intervenir en el mercado, sobre todo porque el Fondo no busca prestar dinero para que sea utilizado para controlar su precio.

«Cuando se inició el acuerdo hoy vigente durante el Gobierno de Mauricio Macri, el FMI siempre fue partidario de que el Banco Central no intervenga el mercado de cambios. De hecho, en el 2018, el hoy ministro de Economía, Luis Caputo, fue presidente del Banco Central y, se dice, que se fue del cargo por esta imposibilidad de intervenir en el mercado cambiario, cuando el FMI presta plata. Hoy se está en el mismo escenario», indica Jorge Colina, economista de Idesa.

Ahora bien, desde la perspectiva de Sebastián Menescaldi, economista y director asociado de la consultora Eco Go, primero se debe analizar cuál es el acuerdo final al que se llega con el Fondo Monetario y cuánto es el monto que se recibirá.

«Eso todavía no está claro, no está definido el esquema cambiario y falta tener más detalles. La segunda cuestión que creo es que los dólares que va a cancelar con las letras intransferibles, y se las va a dejar usar a esas para, eventualmente, intervenir si cumple con lo pactado, pero en el medio el FMI va a pedir que se vaya acumulando reservas«, explica. 

Entonces, Menescaldi considera que el Gobierno «va a tener una lucha entre la meta de acumulación de reservas y la capacidad de intervención. Sobre todo porque el esquema actual cambiario que aplica no le permite acumular reservas. Está claro eso, ya que a pesar de que bajó el derecho de exportación, no está bajando la demanda. O sea, alcanzan las reservas para pagar los vencimientos y nada más»

En resumen, el Gobierno mantiene como «poder de fuego» para controlar al precio del dólar libre la intervención con los títulos públicos. Y también, por ahora, la ventana que le abre a los exportadores con el denominado «dólar blend», en el que les permite liquidar el 20% del total de las divisas vendidas en el mercado bursátil.

Y las dudas que envuelven al mercado es qué pasará con el ritmo de devaluación, debido a que desde febrero pasado el crawling peg marcha a un ritmo de 1% mensual. Un nivel que es, por lo menos, la mitad de la inflación cada mes.

«Más allá de que esos dólares no serán utilizados para intervenir en el mercado cambiario, lo cierto es que contribuirán a engrosar las reservas del Banco Central, lo que genera un impacto positivo en la confianza de los mercados. La acumulación de reservas es un factor clave para reducir la incertidumbre y fortalecer la estabilidad macroeconómica, ya que mejora la capacidad del país para afrontar compromisos externos y contener posibles episodios de volatilidad», resume la economista Natalia Motyl a iProfesional.

A ello, suma Colina: «Todo depende de cómo salga el acuerdo. Creo que se demora porque el ministro de Economía quiere intervenir en el mercado. Parece como que el FMI busca que el dólar oficial se libere, se llegue con el fin del cepo, y encuentre su equilibrio. Pero, para el Gobierno, este es un escenario incierto, teniendo en cuenta que toda volatilidad del dólar impacta en la inflación».

Qué hará el Gobierno con el dólar

Por lo pronto, los economistas presuponen que de alguna manera el Gobierno deberá empezar a decidir qué camino pretende seguir. Es decir, si va a desarmar la mecánica del dólar blend o si se sigue volcando a intervenir de alguna manera en el mercado paralelo. Por eso los economistas dejan sus puntos de vista, ante la consulta de iProfesional.

«Lo más probable es que este nuevo esquema cambiario, ya sea simplemente por la eliminación del dólar blend para los exportadores o, por ejemplo, por la prohibición de intervenir en los mercados paralelos del Banco Central, genere una corrección cambiaria en los dólares libres. Pero esto, seguramente, también va a venir acompañado de una corrección del tipo de cambio oficial, que puede no ser un salto grande, pero sí, seguramente, una corrección», opina Claudio Caprarulo, economista principal de Analytica Consultores, a iProfesional

Para Isaías Marini, economista del Grupo ONE618 (ex Consultatio), sostiene: «Dudo que el Gobierno acepte un acuerdo que no le permita mantener el dólar a raya. Se me ocurren dos posibilidades: la primera, que se exija la eliminación del blend, pero que el BCRA continúe interviniendo para mantener controlada la volatilidad antes de las elecciones. En tanto, la segunda alternativa es que se mantenga el dólar blend, pero que no pueda haber intervención. En conclusión, no veo que el Gobierno acepte que se eliminen ambas posibilidades en un año electoral. Al menos, en el corto plazo».

A estos factores, Fernando Baer, economista de la consultora Quantum, también considera que «todo dependerá de la definición del nuevo esquema cambiario. Si se desdobla, si se unifica con bandas, etcétera. A priori, la tasa de interés será uno de los elementos centrales para frenar movimientos no deseados en el tipo de cambio. Por ahora lo veo tranquilo, pero la tasa se puede subir si hay que sostener o aumentar la demanda de dinero».

En cuanto a las operaciones en el mercado oficial, para Gustavo Quintana, analista de PR Cambios, «no va a pasar nada nuevo ya que el crawling peg sigue vigente y el complejo agroexportador mantiene su nivel de ingresos. En razón de ello, el BCRA seguirá comprando dólares en el mercado oficial; y respecto a los segmentos alternativos, la intervención oficial más las ventas de los exportadores por el blend, seguramente, alimentarán la oferta».

Además, completa que el Banco Central tiene «poder de fuego para intervenir y acotar la evolución de la brecha. De modo que no creo que el acuerdo con el FMI, de confirmarse, cambie el escenario actual en el corto plazo».

Precio del dólar esperado

Por el momento, la calma cambiaria ayuda a controlar el mercado, pero todo dependerá del ingreso de divisas del FMI y por otros canales.

Para Motyl, el efecto favorable del acuerdo con el Fondo Monetario podría traducirse en «una reducción de la presión sobre el tipo de cambio, ya que se atenúa la demanda especulativa de dólares en el corto plazo».

Así, considera que, actualmente, los fundamentos del mercado indican que el valor del dólar «debería estar en torno a los 1.200 pesos», por lo que es previsible que siempre exista una tendencia a converger hacia ese nivel.

Las dudas del mercado es que pasará en los próximos meses con el precio del dólar y, en consecuencia, con el ingreso de divisas, debido a que comienza la época de la liquidación de la cosecha gruesa del campo. 

«Parte de la cosecha puede servir, pero tengamos en cuenta que ya una parte se adelantaron las liquidaciones por la rebaja de los derechos de exportación y el crawling peg al 1%. Por lo que en el segundo semestre, si hay algún indicio de salto en el tipo de cambio y si no se acumularon de manera significativa reservas que puedan usar, puede ser un desierto», afirma Menescaldi a iProfesional

Así, concluye que, por lo pronto, en la última mitad del año, «será más brecha e intervención, por lo que un ajuste del tipo de cambio dependerá del Gobierno, las elecciones y los planes futuros. Está todo muy abierto. Por lo pronto, habría que saber cómo va a ser el acuerdo y cómo se va a implementar».

Por eso, en el mediano plazo, para Motyl, es esperable que el dólar vuelva a presionar al alza debido a una serie de factores, tanto internos como externos.

«Por un lado, el contexto global sigue marcado por tensiones geopolíticas y comerciales que pueden generar episodios de volatilidad en los mercados financieros internacionales. Por otro, a nivel local, la menor oferta de dólares por parte del sector agroexportador, que está postergando liquidaciones en espera de un posible tipo de cambio diferencial, podría reducir la disponibilidad de divisas en el mercado oficial», finaliza Motyl a iProfesional.-

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