“Todo caída, caída, caída”, repitió Mercedes D’Alessandro al describir el derrumbe del consumo que se verifica desde enero de 2023. En “Comunistas”, la economista detalló que la caída no solo proviene de los supermercados sino también de los almacenes, autoservicios e incluso de las compras más elementales de los hogares: artículos de limpieza, de higiene personal y alimentos. “No hablamos de motocicletas o electrodomésticos sino de lo más básico”, remarcó.
La caída se registró de forma constante a lo largo de los últimos quince meses. Según D’Alessandro, los repuntes registrados durante algunos meses entre 2023 y 2025 no constituyen una tendencia alcista. «No puede leerse como una recuperación. Para definirla de esa forma, el crecimiento debería haber sido de al menos 12 puntos”, explicó.
Desde el Gobierno afirmaron que los salarios registrados crecieron en términos reales, pero la economista desmontó el argumento. Advirtió que las familias destinan cada vez más dinero a cubrir aumentos de tarifas, prepagas y transporte, mientras que los alimentos lideran la inflación con un alza del 5,9%, por encima del promedio de 3,7% de marzo informado por el IPC durante abril. “Aunque el salario haya mejorado un 1% o 2%, ese ingreso se va en servicios. La cuenta no cierra”, agregó.
También se sumaron las voces de Esteban Paulón, Julián Fava y Agustín Rombolá, quienes remarcaron el impacto de los recortes en medicamentos, alimentos para comedores y programas sociales. “Son 15 meses de ajuste en lo más básico”, sostuvo D’Alessandro. Y señaló que, frente a esta situación, “la única sugerencia que ofrecen desde el Gobierno es que la gente elija entre comer o comprar medicamentos”.
Gigantes del consumo masivo denuncian contrabando de sus productos en el 40% de autoservicios del AMBA
D’Alessandro sintetizó la situación del consumo en Argentina: “Todo caída”. La combinación del aumento en el precio de los alimentos, los incrementos en servicios y la quita de subsidios configura un escenario donde la recuperación económica que prometió el Gobierno no llegó a los hogares, según se expresó en la mesa. En las góndolas, en el almacén de la esquina y en la mesa de millones de familias, los datos marcan un solo rumbo: menos consumo, menos comida y más ajuste.
LB / FPT