Ante la Legislatura provincial, constituida en el Polideportivo del Sindicato del Petróleo, Gas Privado y Energías Renovables (SIPGER), que el líder del partido SER condujo hasta hace unos días, Vidal argumentó que recibe «una provincia devastada»
«Nos toca encabezar una nueva etapa en la transformación de nuestra provincia que es un momento único en más de 32 años, es el momento de probar que si se administra la plata alcanza, que no somos todos iguales y no toda da lo mismo», aseveró.
En el escenario ubicado en el barrio San Benito de Río Gallegos, el nuevo mandatario provincial anticipó que su gobierno «tendrá tres columnas que serán la base fundamental de la provincia: Educación, Trabajo y Producción«.
«Para crecer tenemos que animarnos a encarar la deuda educativa que tenemos, debemos recuperar el salario y las condiciones de trabajo para los docentes, debemos mejorar y ampliar la infraestructura escolar, debemos asegurar la formación y capacitación permanente de los docentes», señaló.
«Tenemos todo y a la vez demasiado poco para el pueblo», añadió.
Tenemos un 43% de pobres y regiones de la provincia que han sido completamente olvidadas, tenemos un déficit anual en servicios públicos de más de 21,600 millones, en Distrigas más de 4,800 millones, en la caja de servicio sociales 42.000 millones, de los municipios 12,000 millones y en la caja de previsión 48.000 millones», detalló.
Vidal adelantó además que «no hay fondos» para «dar aumento a los trabajadores estatales».
«La situación actual es insostenible, lamentablemente somos el resultado de demasiado fracaso, conflictos y una corrupción desmedida, nos dejan aguas envenenadas, la provincia está devastada y en muy malas condiciones», denunció.
Desde el 2021, fuera del FdT, el sindicalista petrolero llegó a diputado nacional y dos años después, a gobernador, tras 32 años del mismo signo político.
Vidal prestó juramento ante el vicegobernador Fabián Leguizamón, tomó juramento a los ministros de su Gabinete y rompió el protocolo para hacer subir a sus padres y a sus tres hijos de entre 7 y 19 años, antes de pronunciar su primer discurso como mandatario provincial.
Asistió al acto su par de Chubut, Ignacio Torres, cuya asunción acompañó el día anterior.