¿Qué tienen Mariano Cohn y Gastón Duprat que todos, hasta en Hollywood, le dicen que sí? “Somos autores, para bien y para mal”, dirán. El 11 de abril, en Star +, estrenan Bellas Artes, serie con Oscar Martínez, Ángela Molina, Imanol Arias y José Sacristán. El 27 de marzo, en la misma plataforma, empezó Lo que sea, cuando sea, una producción brasileña creada por ellos. Y este año se verá la tercera temporada de El encargado, la serie éxito que protagoniza Guillermo Francella.
¿Algo más? Mucho más. Terminó el rodaje de la remake de la película 4x 4 protagonizada por Anthony Hopkins. Se viene un filme con Robert De Niro, en el que Julianne Moore quiere participar. Planean una ficción para Javier Bardem y otra con Hopkins y Antonio Banderas con la productora de Brad Pitt.
¿Por qué son un talismán que atrae tantas estrellas? Simple. Su trabajo jamás pasa inadvertido. Por caso, sus dos últimas series fueron tendencia: El encargado, la más vista de la historia de todas las plataformas en Argentina, y Nada, con De Niro debutando en este género.
Socios desde hace 33 años, antes hicieron otras cosas de alto impacto. Por ejemplo, el programa Televisión abierta, pionero de los videos caseros que hoy se ven en las redes. Y en cine El hombre de al lado abrió el camino que continuó El ciudadano ilustre, ganadora del Goya a Mejor película iberoamericana.
Ex estudiantes universitarios, Gastón (54, cursó Arquitectura, casado con Sofía, dos hijos: Octavio, 18 y Emilia,16) y Mariano (48, cursó Abogacía, soltero, dos hijos: Julieta,10 y Vicente, 7) abandonaron sus estudios para asumir esta profesión en la que, dotados de cierta osadía, intuición y algo de mística, hicieron camino al andar.
Un comienzo sin series ni cine
Antes que nada, autores. Así se definen Gastón Duprat y Mariano Cohn. Foto: Ariel Grinberg -Y pensar que todo empezó cuando se conocieron haciendo videoarte…
Duprat: Sí, un género de las artes plásticas, nada que ver con el cine ni con las series, que estaba muy en boga a fines de los ‘80 y principios de los ‘90, y básicamente es experimentación audiovisual.
Cohn: Era el comienzo del video digital, de la edición no lineal y con una computadora. Y después con ese mismo estilo, en 1998 irrumpimos con Televisión abierta, que rompió una “losa hormigón” que había en los canales, con sus estudios, la iluminación y la super cámara. En cambio, nosotros te mandábamos un camarógrafo a tu casa en una motito delivery con una camarita VHS, te filmaba y salías en la tele.
-«Televisión abierta» salió 7 años antes que YouTube y sus videos anticiparon a los de TikTok o Instagram.
Duprat: Fue un hito, como era tan nuevo dejaba medio perplejo al público. El formato fue robado en muchos países. La televisión inglesa, la española, la francesa… Sólo algunos lo hicieron de modo legal, como Bolivia, que nos pagó los derechos.
-¿Empezaron a proyectar este presente al darse cuenta de que funcionaban muy bien como equipo?
Duprat: No, era divertido para nosotros. Hacíamos cosas distintas, por ejemplo Cupido, el programa de búsqueda de parejas, en MuchMusic. Después fundamos el Canal de la Ciudad: eso fue fabuloso, un canal hiper estético e innovador.
Cohn: En Enciclopedia -una película experimental que hicimos en el 2000-, está el gen de muchas cosas que concretamos después. Por ejemplo, salía Laiseca (Alberto) y relataba un cuento inédito que luego inspiró Querida, voy a comprar cigarrillos y vuelvo (2011), para mí, nuestra película más salvaje y auténtica. Con él también hicimos Cuentos de terror (I Sat).
-¿Cómo se sienten con este título de ser los directores/ productores más importantes del cine y las series de este lado del mundo?
Duprat: Puede ser que se diga eso, pero tampoco es directamente proporcional a que te llamen para hacer proyectos, porque para que sucedan los tenemos que seguir gestionando desde acá, desde Saavedra, todos los días.
Cohn: Es que nuestra vocación es filmar, lo hicimos con una licuadora, con una camarita de casamiento -en El hombre al lado o El ciudadano ilustre-, o con una parafernalia de equipos, como ahora. Pero no es un límite ni el éxito, ni el presupuesto, ni que se den las condiciones ideales.
Mariano Cohn dice que la vocación de la dupla es filmar, ya sea con una camarita o con una parafernalia de equipos. Foto. Ariel Grinberg-Por algo Penélope Cruz y Antonio Banderas los llamaron para trabajar con ustedes e hicieron «Competencia oficial». Eso no suele ocurrir.
Duprat: En general, los actores quieren trabajar con nosotros y ahora se sumaron algunos muy importantes. Siempre pudimos trabajar con quienes queríamos, porque ven que los personajes tienen un desarrollo. Cualquiera de los de Mi obra maestra, 4×4, El ciudadano ilustre o El encargado son muy apetecibles para el actor, personajes que les abren el juego y a nosotros también.
Cohn: Hacer El ciudadano ilustre nos llevó cinco años porque los productores leían el guion y decían que el personaje no era empático, como si eso fuese un rasgo negativo de la película. Y para nosotros esa era la parte más interesante.
Cuándo llega la tercera parte de El encargado
-En enero terminó el rodaje de «El encargado 3», ¿tiene fecha de estreno?
Cohn: Es este año, segundo semestre. Y contrariamente a lo que dicen las leyes de la física, nosotros dirigimos todas las temporadas porque nos fascina trabajar con Guillermo Francella. Producimos, dirigimos y lo montamos, todo completo.
Guillermo Francella, como Eliseo, en «El encargado».-¿Qué pueden adelantar?
Cohn: Que vayan preparando los teléfonos del sindicato de los porteros (risas). Hay varios actores que siguen, Goity (Gabriel), Manuel Vicente (el encargado del edificio de al lado) con un papel más poderoso, Dani Aráoz hace una participación. Y también vuelve Norman Briski, que estuvo en la segunda temporada con un rol especial. Eliseo (el personaje de Francella) se convierte en un megalómano, ya nada le alcanza. Y Guillermo tiene un nivel de sutileza que, si ya lo elogiaron como actor hasta ahora, en El encargado 3 lo que hace es impresionante.
Duprat: Hipnótico, no podés dejar de verlo. Es el mejor trabajo de su carrera.
Un mito llamado Robert De Niro
-«Nada» tuvo mucha prensa porque es la primera serie de Robert De Niro. ¿Tienen claro por qué aceptó?
Cohn: Sí. Por ser muy pesados y muy tenaces. Y también porque hicimos una cosa delirante, como escribir su papel para que actúe con Brandoni sin haber hablado nunca con él, ni tener ningún contacto, salvo esa amistad antigua entre ellos dos, que era real. Atacamos por diferentes lugares, porque tiene como cinco cordones de seguridad, entre agente, manager, abogados, publicistas…
Y además De Niro está en CAA (Creative Artists Agency), la misma agencia en la que estamos nosotros fichados. Le hicimos llegar los guiones y también le mandamos Competencia oficial y Mi obra maestra. Todo eso fue la previa. Llegamos a través de Emanuel Núñez, nuestro representante en Los Ángeles. De Niro dijo: “Lo voy a leer, pero decile a los chicos que vayan viendo, que si no hay otro actor que me avisen…”. Y un día nos llamó Emanuel: “Leyó el guion, vio sus películas y quiere hablar con ustedes”. De Niro nos pidió hacer un zoom: “¿Chicos tienen un rato para hablar?”, nos dijo. Se puso los lentes, sacó los guiones y empezó. Tenía todas las anotaciones.
Gastón Duprat adelanta que en «El encargado 3» la actuación de Guillermo Francella es «hipnótica». Foto: Ariel Grinberg-¿Hablan bien inglés?
Cohn: No, pero él también habla un español-italiano dudoso y le divierte esa mezcla de idiomas. Incluso las puteadas en español las agregamos por sugerencia suya. Le gustaba mucho el tema de la comida también (tiene la cadena de restaurantes Nobu). Cuando hicimos el zoom, al saber que yo estaba en París, cerca de la torre Eiffel, me dijo: “A la vuelta hay un bistró, andá a comer ahí, pedí tal plato y tal plato, y decí que vas de parte mía”.
Duprat: El dato de color es que, después de ver Mi obra maestra, dijo: “Me gustaría hacer una remake con George Clooney y yo, en el papel de Luis”. Lo dijo al pasar, le divirtió porque tenía ganas de hacer algo cálido, que muestre la amistad como en Nada, y Mi obra maestra está en esa sintonía.
-¿Va a haber «Nada 2»?
Duprat: Queremos hacerla y creemos que todas las partes quieren, pero se tienen que alinear muchos planetas para una producción de ese tamaño.
Gastón Duprat y Mariano Cohn, junto a Robert De Niro, en el rodaje de «Nada». -Hace poco estuvieron con De Niro en Nueva York, ¿es cierto que hablaron de hacer con él la versión norteamericana de «El ciudadano ilustre»?
Cohn: No. Es verdad que vamos a hacer una película con él, pero no El ciudadano Ilustre, sino una idea nueva.
Duprat: Cuando terminamos de filmar Nada, nos dijo en chiste: “La próxima, cuando tengan un protagónico, me llaman”. Luego le contamos por teléfono esta idea: la historia de un ídolo mundial en decadencia absoluta y cómo el grupo que lo rodea -abogados, enfermeros, médico de cabecera, contadores, ocho ex mujeres, novias, amantes, supuestos amigos- se resiste a dejar de vivir de él pese a que el tipo ya no da más.
-¿Un Maradona?
Cohn: Bueno, no. Es un Frankenstein, como muchos ídolos. Se va a filmar en Nueva York. Estamos viendo sus fechas y las nuestras para saber cuándo, pero puede ser a fin de este año o mediados del 2025.
Un museo para Oscar Martínez
Mariano Cohn, Antonio Banderas, Penélope Cruz, Oscar Martínez y Gastón Duprat, en la premiere de ‘Competencia Oficial’, en el Festival de Venecia. Foto: EFE -El 11 de abril estrenan la serie «Bellas Artes» en Star + en Latinoamérica y en Movistar Plus + en España. Para hacerla armaron un museo y otra vez convocaron a Oscar Martínez.
Duprat: Sí, porque Oscar es un actor de una precisión y una categoría tremenda. Esta serie la escribió mi hermano Andrés Duprat, que es el director del Museo Nacional de Bellas Artes. Él había recopilado un montón de historias en estos años de gestión, que son la base de Bellas Artes, una serie que tiene un nivel de actuaciones terrible (están Ángela Molina, Imanol Arias, José Sacristán), y que expone el detrás de escena de un museo de arte moderno y las cosas disparatadas e insólitas que pasan ahí.
Todos cuando van de viaje visitan museos, en Francia el Louvre, en España el Reina Sofía… Y aunque muchos no entienden ciertas cosas, no se atreven a preguntar por miedo a quedar como ignorantes. La serie reflexiona sobre esos puntos. Por ejemplo, por qué un cuadro que parece hecho por un niño vale 70 millones de dólares o por qué un montón de cajas rotas y unas lucecitas es una instalación tan famosa.
Cohn: A la vez no tiene una mirada elitista, es una inmersión en el mundo del arte para ignotos y eso está bueno porque no necesitás saber de arte para ver la serie, al revés. Tiene un abordaje muy poco solemne e irónico. Aparecen obras de artistas muy reconocidos como León Ferrari, Tulio de Sagastizábal, o de mi hermano Alejandro, y hay otras que las inventamos nosotros.
Video
La serie de Mariano Cohn y Gastón Duprat que protagoniza Oscar Martínez se verá por Star +.
-¿Las suyas las van a vender después?
Cohn: Vamos a tratar de colarlas en el mercado negro del arte (risas).
Dolor eterno y búsqueda de justicia
-Mariano, decís que en «Bellas Artes» hay obras de tu hermano Alejandro. El 16 de abril empieza el juicio por su muerte y este lunes 8 se estrena en Flow (en Max el martes 23 y en TNT el 26 de abril) «Hermanos, una historia de sangre», el documental de Carlos de Elía que relata tu búsqueda de justicia.
Cohn: El 29 de julio se van a cumplir nueve años de su muerte. Alejandro tuvo una baja de azúcar y fue al Hospital Municipal de San Isidro, pero en vez de atenderlo lo mataron en cuatro horas en la guardia. Nos dimos cuenta de todo esto cuando lo trasladaron al Hospital Italiano, ahí saltaron todas las lesiones gravísimas que tenía mi hermano y que se las habían hecho en esa guardia.
El afiche de «Hermanos (una historia de sangre)», el documental sobre la muerte de Alejandro Cohn, el hermano de Mariano.El 16 de abril empieza el juicio oral y público contra nueve médicos procesados que participaron en su muerte. Es un juicio penal porque descarté cualquier reclamo civil o de dinero, lo único que quiero es que esos médicos tengan una condena y como los delitos no son excarcelables vayan presos y no puedan ejercer nunca más.
Lo mismo para los funcionarios públicos que taparon todo, desde el exintendente Gustavo Posse hasta todos los funcionarios de Salud que obstaculizaron la investigación, borrando pruebas y robando documentos públicos. En Hermanos ponen su voz en el relato Antonio Banderas, Oscar Martínez, Guillermo Francella y Beto Brandoni. Ellos, igual que Gastón, siguieron de cerca el doloroso derrotero que vivimos mi familia y yo.
Coppola, Julianne Moore y Anthony Hopkins
Socios. Mariano Cohn y Gastón Duprat trabajan juntos hace 33 años. Foto: Ariel Grinberg-¿Qué pasó con la serie Coppola? Cuando se anunció en octubre de 2022 estaban al frente del proyecto, pero aparecen “equipo Cohn & Duprat” al final de los títulos.
Cohn: Hicimos muchas series para Disney, algunas las creamos, las escribimos y las dirigimos (como El encargado, Nada o Bellas Artes) y otras las creamos y escribimos, pero la realizan otros directores y productores. Este es el caso de Coppola, por ejemplo. Crear una serie significa diseñar el concepto, el formato, pensar y escribir los pilares fundamentales de la serie.
Duprat: Lo mismo se hizo con la serie Lo que sea, cuando sea, que se estrenó estos días. Un equipo comandado por nosotros hizo el concepto y los guiones, pero la serie se realizó en Brasil con productores y directores de allá.
-Se dijo que Julianne Moore va a filmar con ustedes.
Duprat: Mariano fue jurado Festival de Venecia con Julianne Moore…
Cohn: Ella es fanática de El ciudadano ilustre y amiga de De Niro. “Quiero estar en la película que van a hacer”, me dijo. Se refería a la de De Niro, y es muy probable que sea parte.
-También hay una película con Anthony Hopkins.
Duprat: Sí, él protagoniza la remake de 4×4 y nosotros somos los productores ejecutivos. Se va a estrenar en breve en los Estados Unidos, Anthony hace el papel de Dady Brieva, y Bill Skarsgård, el de Peter Lanzani. Cuando viajamos al rodaje charlamos con él, Hopkins es súper macanudo y abierto. Hay un proyecto de serie con él y Antonio (Banderas) para más adelante, con Plan B, la productora de Brad Pitt.
-Es decir que literalmente llegaron a Hollywood.
Cohn: No, porque son cosas de autor, argentinas, nuestras, guiones propios. Llegar a Hollywood es dirigir una franquicia, cosa que no haríamos. Si hay algún trabajo para hacer allá, tal vez alguna de las series que te estábamos contando, viajamos para filmar y nos volvemos, porque vivimos en la Argentina.
Duprat: Somos autores, para bien y para mal, y hacemos las películas que dirigimos, que nos gusta hacer y que tiene un punto de vista que nos interesa, y eso no se lleva bien con recibir un guion de otro.
Mariano Cohn y Gastón Duprat tienen en mente una película con Anthony Hopkins, que harían con la productora de Brad Pitt. Foto: Ariel Grinberg-En medio de la polémica por los despidos y recortes en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), ¿cuál es su posición?
Cohn: El problema del INCAA no se inicia ahora. Lleva varios años funcionando muy mal, donde la mayor parte del presupuesto va para la burocracia y muy poco para hacer películas. Con lo cual, quedó completamente desvirtuado y anacrónico. Para ser claro, creo que el INCAA debe seguir funcionando, pero ajeno a cuestiones políticas, priorizando la producción, incentivando a filmar y trayendo producciones de otros países del mundo, nada que ver con lo que estuvo pasando los últimos años.
Duprat: Coincido con lo que dice Mariano del INCAA. Ahora bien, el subsidio tonto y automático generó una dependencia zombie de gran parte de artistas, productores y directores. Esto, a lo largo de los años, generó en muchas películas un estilo gris, películas que no son para nadie: ni para un público artie, ni para un público masivo, no intentan seducir a nadie.
Ahora bien, las ayudas son muy necesarias sobre todo para dar un empujón inicial a directores que recién empiezan. Una idea que estaría bien discutir es si los directores que llevan muchas películas en su haber, o que tienen empresarios millonarios o plataformas detrás, no deberían devolver el subsidio si ganan dinero.
Cohn: Me parece bien que se discuta todo y que no se clausure el debate con consignas como el cine no se toca, o ligando al cine a conceptos como patria o soberanía, algo muy equivocado para una creación artística.
Duprat: El pico máximo de ese chauvinismo fueron unos spots de apoyo al cine donde mezclaban las películas argentinas con Messi y los otros jugadores cantando el himno en la final del Mundial. Un espanto.
Ciudadanos ilustres. A Gastón Duprat lo nombraron así en Bahía Blanca. A Mariano Cohn, en Villa Ballester. Foto: Ariel Grinberg-¿Se sienten un poco ciudadanos ilustres de su lugar en el mundo?
Cohn: Yo tengo mi diploma de ciudadano ilustre de Villa Ballester. Hicieron un acto y todo, pero estaba filmando afuera y se lo entregó mi maestra de jardín a mi mamá.
Duprat: Yo también tengo el mío. Vivo acá hace un montón de años, pero en Bahía Blanca tengo parte de mi familia, hermanos y madre. Mi abuelo Gregorio, ya fallecido, era propietario de varios cines en Bahía, aunque no creo que haya tenido que ver con mi profesión para nada…
-Se presentan indistintamente, pueden ser Cohn y Duprat o Duprat y Cohn, ¿es una forma de manejar los egos?
Cohn: A veces lo dejamos librado a que lo ponga otro como quiera.
Duprat: Variamos porque no tenemos problema con eso. Sí es cierto que algún crítico hace muchos años pensaba que no éramos Cohn y Duprat sino Coni Duprat, según él una directora cheta de zona norte (risas).