Fuentes judiciales aseguraron a Télam que ‘Dumbo’ decidió no declarar ante el juez federal número 11 Julián Ercolini, y ahora el Servicio Penitenciario Federal (SPF) busca un penal que sea de máxima seguridad y tenga las condiciones adecuadas para alojarlo, dado que allí deberá permanecer, bajo prisión preventiva, hasta la realización del juicio oral.
‘Dumbo’ (42), era considerado el narco más buscado de la Argentina y el Gobierno nacional ofrecía una recompensa de cinco millones de pesos Es que el SPF deberá analizar las opciones con las que cuenta, ya que tanto en las cárceles de Marcos Paz como en Ezeiza hay otros narcos -algunos ya condenados y otros con prisión preventiva- con los que está enfrentado y podría generar problemas en la población carcelaria y hasta ponerse en peligro su propia integridad física.
Ercolini indagó a Maylli Rivera como autor de los delitos de «comercio de estupefacientes agravado por haber intervenido tres o más personas organizadas, por la intervención de menores de edad y por haberse cometido en inmediaciones de establecimientos donde se realiza actividades deportivas; organización o financiación de actividades relativas al comercio de estupefacientes, su ingreso al territorio nacional y contrabando; y acopio de armas de fuego y municiones».
El arresto de ‘Dumbo’ (42), quien era considerado el narco más buscado de la Argentina y por quien el Gobierno nacional ofrecía una recompensa de cinco millones de pesos, se concretó la madrugada del 28 de octubre del año pasado en Parque San Silvestre, en la capital de Perú.
Para los investigadores que trabajaron bajo las órdenes del fiscal Diego Iglesias, a cargo de la Procunar, la organización de ‘Dumbo’ estaba integrada por al menos 20 personas, entre ellas uno de sus hijos y otros familiares, quienes fueron detenidos y sometidos a un juicio oral.
Las tareas de inteligencia que llevaron a cabo los investigadores permitieron establecer que los integrantes de la banda ocupaban varios departamentos en la «Platea 11» donde fraccionaban la droga y guardaban las armas y el dinero, mientras que las ventas se hacían principalmente en un pasillo en forma de «L» (cerrado al público) que queda al lado de una canchita de fútbol.
«La venta se hacía en dos turnos durante las 24 horas, los 7 días de la semana», dijo uno de los pesquisas, quien agregó que la banda «tenía un alto grado de organización, con la participación de los denominados ‘satélites’ y ‘marcadores’ que alertaban a los vendedores sobre el ingreso de policías y personas sospechosas».